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HorizonteRamón Pérez-Maura

El hijo de Hamás

«Había demasiada sangre. Yo no podía dormir ni comer. Ya no veía la situación a través de los ojos de un musulmán o de un palestino, ni siquiera como el hijo de Hassan Yousef». Quien tenga el valor de leer este libro verá el conflicto en Israel de una forma completamente diferente

En la guerra que estamos viviendo en Gaza, hay un actor del que se habla muy poco. Los medios centran sus críticas en Netanyahu y en las Fuerzas de Defensa de Israel. Y del otro lado casi solo se habla del sufrimiento de los gazatíes, que es cierto, pero casi nunca se menciona a quien gobierna allí que es el grupo terrorista Hamás, autor de la masacre del 7 de octubre. Sobre ellos se corre un tupido velo y nunca se recuerda la falta de derechos que tienen las mujeres y el terror al que están sometidos aquellos locales que discrepen con la forma de actuar de Hamás, que se hizo con el poder hace veinte años y nadie les ha exigido celebrar unas elecciones supervisadas para poder fiarnos de los resultados.

En estos días ha caído en mis manos uno de los libros más fascinantes que he leído nunca sobre la realidad de lo que es Hamás. Se llama Hijo de Hamás y el autor es Mosab Hassan Yousef. No se ha publicado en España, pero yo compré en las redes la edición en castellano editada por «Grupo Nelson» en México. ¿Y quién es el autor?

Mosab es el hijo mayor del jeque Hassan Yousef, uno de los fundadores de Hamás. Este jeque, nacido en 1955, es en la actualidad el jefe de Hamás en Cisjordania y está considerado como miembro del ala más extremista que se niega a ningún entendimiento entre israelíes y palestinos y es el líder espiritual de la organización. Hassan educó a su hijo mayor en la práctica más devota del Islam y su hijo tenía una enorme admiración por su padre en su condición de devoto musulmán. El libro arranca con la detención de Mosab por el Shin Bet, la seguridad interior israelí. Mosab tenía 18 años y las palizas que le dan bajo detención producen escalofríos. Eso acaba con Mosab en la cárcel por haber comprado armas. Y ahí se produce una verdadera revelación para él. Al entrar en una cárcel para palestinos tienes que mencionar una afiliación a cualquiera de los grupos terroristas o políticos y se te dirige a la parte de la prisión administrada por esa facción. Como es lógico, Mosab fue a la de Hamás y allí descubrió la verdadera naturaleza del grupo.

Dentro de la prisión, el jefe de Hamás torturaba igual o más que el Shin Bet en sus cuarteles a miembros de su propia organización para intentar encontrar cualquier indicio de deslealtad. Con Mosab no se atreven por ser hijo de su padre.

Una vez fuera de prisión, la actividad de Mosab en Hamás se va incrementando y es fascinante la descripción del surgimiento de la Segunda Intifada, una acción provocada exclusivamente en los despachos. En absoluto por un arranque de furia popular. En esa Segunda Intifada el jeque Hassan Yousef se convirtió en la cara visible del levantamiento, aparecía constantemente en Al-Jazeera y eso le hizo muy popular. Pero su hijo estaba cada vez más lejos de él. Empezó a colaborar con el Shin Bet para intentar impedir muchos de los atentados que perpetraba Hamás. Y conoció a unos cristianos de la YMCA y estos le regalaron una Biblia que empezó a leer.

«Había demasiada sangre. Yo no podía dormir ni comer. Ya no veía la situación a través de los ojos de un musulmán o de un palestino, ni siquiera como el hijo de Hassan Yousef. Ahora también veía con los ojos de los israelíes. Y más importante aún: veía las muertes sin sentido a través de los ojos de Jesús, que agonizaba por aquellos que estaban perdidos. Cuanto más leía la Biblia, más claro veía esta simple verdad: amar y perdonar a los enemigos es la única manera real de detener el derramamiento de sangre.

Sin embargo, a la vez que admiraba a Jesús, no podía creer a mis amigos cristianos cuando intentaban convencerme de que él también era Dios. Alá era mi dios. Aun así, me diera cuenta o no, de forma gradual adopté los principios de Jesús y fui rechazando los de Alá».

Mosab fue entre 1997 y 2007 uno de los principales informantes del Shin Bet. En ese año abandonó su tierra y emigró a Estados Unidos. En 2005 había sido bautizado en Tel Aviv dentro de la Iglesia Evangélica. Quien tenga el valor de leer este libro verá el conflicto en Israel de una forma completamente diferente. Atrévanse.