España está que se sale
Así que en el último año Napoleonchu ha conseguido retirar a nuestra embajadora en Buenos Aires y ahora ha logrado que hasta Maduro llame a consultas a su embajadora en Madrid. Y que no intente convencernos de que no pasa nada, porque llamar un embajador a consultas es una medida grave
Como hemos informado desde diferentes medios de comunicación, nuestro ministro de Asuntos Exteriores, el ínclito Napoleonchu, ha decidido asumir toda la responsabilidad de la negociación con Venezuela para la resolución de la crisis bilateral. Y al paso que vamos, acabaremos rompiendo relaciones diplomáticas.
En el caso de Venezuela, empezaron por decir que habíamos sacado de la República Bolivariana a un prófugo de la Justicia sin negociar con el Gobierno y ahora hemos conseguido que Caracas haya llamado a consultas a su embajadora por el caso inverosímil de los dos vascos haciendo un extraño turismo por las partes menos apetecibles del país. Que es que hay gente pa’tó. No ocultaré que me llama mucho la atención un hecho que quizá sea casual, pero en las crisis internacionales las casualidades casi nunca lo son. Estos dos turistas en busca de autor son casualmente vascos. Y se da la casualidad de que la cónsul de Venezuela en Bilbao es Glenna del Valle Cabello Rondón, hermana de… Diosdado Cabello Rondón ministro del Interior, Justicia y Paz de la dictadura chavista. No sé qué puede haber detrás de esta coincidencia. Quizá nada o quizá mucho a la hora de buscar dos pardillos a los que se pueda utilizar. Acabaremos sabiéndolo. De lo que yo sí estoy seguro es de que no son agentes del CNI. Ni Sánchez ha logrado degradarlo tanto.
Así que en el último año Napoleonchu ha conseguido retirar a nuestra embajadora en Buenos Aires y ahora ha logrado que hasta Maduro llame a consultas a su embajadora en Madrid. Y que no intente convencernos de que no pasa nada, porque llamar a un embajador a consultas es una medida grave. No paramos de mejorar. Menos mal que él tiene muy estrechos contactos dentro del régimen, porque si no a estas horas ya nos habrían declarado la guerra.
Napoleonchu sostiene dos principios absurdos en la crisis con los resultados de las elecciones presidenciales venezolanas. Uno es que no se reconoce el resultado porque no hay actas. Y otro es que lo haremos coordinadamente con la Unión Europea donde España debería liderar políticamente la decisión. La realidad es que, si no se reconoce porque el dictador no entrega las actas, se está apoyando al dictador que no quiere entregarlas para seguir en Miraflores. Y no tengo yo la sensación de que estemos liderando nada en Europa cuando al Gobierno español ya no es capaz de convencer ni a su ex ministro de Exteriores Josep Borrell. Y estamos a punto de ver la decisión del Parlamento Europeo sobre el resultado electoral. No parece que vaya a ir en la línea de lo que defiende Napoleonchu. Así que el liderazgo español en Hispanoamérica ante el resto de los europeos habrá quedado perfectamente retratado.
Es verdaderamente singular que nueve días después de su llegada a España el presidente Edmundo González Urrutia no haya hecho ni una declaración. Sánchez paseó con él alrededor del palacio de La Moncloa, como si fuera el jardinero y lo tienen encerrado en un hotel madrileño. Pero no han podido evitar que se vea con todos los expresidentes del Gobierno salvo Zapatero. ¿Por qué será con todo lo que se supone que le debe por su liberación? Si no lo tenía claro al llegar a España, es seguro que a estas alturas Edmundo González tiene las ideas nítidas sobre a qué está jugando el Gobierno Sánchez.
Verdaderamente, es difícil hacerlo peor. Napoleonchu intenta convencernos de que España está que se sale. La realidad es que a España se le sale por la borda el agua de las sentinas de un barco que se hunde.