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Cosas que pasanAlfonso Ussía

Aztecas

La señora Sheinbaum desciende directamente de Moctezuma, como su apellido indica. Baum, en alemán y en azteca, se traduce por árbol. Y Schein, también del germano-azteca, quiere decir luz y resplandor. El árbol brillante, el árbol luminoso.

El presidente de México, descendiente directo de lo más granado de la sociedad azteca, Andrés Manuel López Obrador —hay que ser cursi para hacerse llamar Andrés Manuel, aunque ya se sabe que los aztecas tienen sus costumbres—, no ha invitado al Rey a la toma de posesión de su sucesora, la también distinguida azteca Claudia Sheinbaum. La gente no conoce los intríngulis históricos de México. La señora Sheinbaum desciende directamente de Moctezuma, como su apellido indica. Baum, en alemán y en azteca, se traduce por árbol. Y Schein, también del germano-azteca, quiere decir luz y resplandor. El árbol brillante, el árbol luminoso.

El mejor postre que se ofrece en Madrid es el Baumkuchen, el pastel de árbol, de 'Horcher'. El viejo Otto Horcher, en una visita a México, probó la delicia de este postre azteca, que se distribuía entre los jefes tribales después de sacrificar y comerse a los niños, según la culta tradición mexicana previa al Descubrimiento. Se trata de un postre insuperable, un gran árbol dulce, que se sirve por estratos, como nacen y crecen las ramas de las hayas. El gran mérito de 'Horcher' no es otro que haber conseguido descubrir las raíces de la gastronomía alemana a través de la cultura de los aztecas. Sheinbaum, Aughentaller, Göethe, Haidelberg, Battenberg —el apellido azteca de nuestra Familia Real—, y demás nombres que creíamos genuinamente —e ingenuamente— alemanes, vienen de los aztecas. Como López Obrador, también azteca, pero con más humildes posibles económicos, al menos con anterioridad a su elección como presidente de México. En la actualidad, y según muchos amigos mexicanos residentes en Madrid, o descendientes de indianos asturianos y montañeses, me aseguran que los López Obrador han pasado de ser humildes descendientes directos de los aztecas, a formar una familia de aztecas multimillonarios, lo cual no es de extrañar porque dicen ser socialistas.

Pero no han invitado al Rey porque el Rey no ha pedido perdón por la conquista de México. ¿Conocen los lectores México? ¿Creen que Hernán Cortés, con 600 soldados españoles, pudo derrotar a más de cien mil aztecas en tan inmenso territorio? Hernán Cortés, que fue un genio en la estrategia militar, venció a 100. 000 aztecas, a los ascendientes de López Obrador y la señora Sheinbaum, con la ayuda de los tlaxcaltecas, Cholultecas, totonacas, y otras etnias y tribus mexicanas dominadas por los dichosos y crueles aztecas. ¿De qué y por qué tiene que pedir el Rey perdón a México? Gracias a Hernán Cortés, los aztecas de Cuauthémoc, y previamente de Moctezuma, se rindieron ante 600 españoles. ¿Alguien se puede creer eso? Parece que sí. López Obrador y la señora Sheinbaum, que más parece descendiente de algún alemán establecido en México después de la caída de Berlín y la muerte de Hitler, que de Moctezuma, de quien se asegura que gastaba aspecto de breve estatura y moreneces de azabache.

Así, que por culpa de los aztecas que se dejaron vencer por fuerzas menos poderosas, a través de los espíritus, le han recomendado a López Obrador y a la señora Sheinbaum que no invite al Rey de España, porque México nada le debe a España, ni el idioma, ni la cultura, ni el humanismo cristiano ni la Virgen de Guadalupe, la Guadalupana. Por otra parte, el rencor que demuestran los aztecas después de más de cinco siglos, es preocupante.

La única que se ha mostrado a favor de la grosería azteca con el Rey ha sido la aztecogallega Yolanda Díaz, que se había montado unas vacaciones de lo más apetecibles, ora en Yucatán, ora en Acapulco.

Por mi parte, me alegro por el Rey. Viajar hasta México para que un asaltabolisillos te insulte, no es plan que pueda interpretarse como interesante.

Que les den a los dos aztecas.