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HorizonteRamón Pérez-Maura

El inenarrable sectarismo de El País

'El País' sostiene que en el caso de la candidatura de Ribera «el debate está ya definitivamente embarrado.» Y dicen eso, única y exclusivamente, porque por una vez el Partido Popular ha conseguido imponer un relato alternativo al del Equipo Nacional de Opinión Sincronizada

Yo comprendo que, a estas alturas de mi vida profesional, 35 años de carrera, nada debería sorprenderme. Pero me sigue ocurriendo. El diario El País publicó ayer un editorial más extenso de lo habitual con un título que ya prometía: «Salvar a Mazón y a Feijóo aun a costa de Europa». Con un par. Ahora resulta que defender la memoria de los muertos en la DANA valenciana se haría a costa de Europa al cuestionar un nombramiento en la Comisión.

El texto empieza por hablar de la «mentira política» del 11-M, donde siempre se olvida que el Gobierno en funciones de José María Aznar, antes de abandonar la Moncloa, dejó prácticamente cerrada la investigación policial que llevó a la condena de los islamistas que comparecieron en el juicio.

El País sostiene que en el caso de la candidatura de Ribera «el debate está ya definitivamente embarrado». Y dicen eso, única y exclusivamente porque, por una vez, el Partido Popular ha conseguido imponer un relato alternativo al del Equipo Nacional de Opinión Sincronizada.

Y continúa un relato sin fundamento en el que se dice que «El bloqueo que el Partido Popular Europeo, a través del PP español, está imponiendo para que se constituya la próxima Comisión Europea, en un momento en que las instituciones comunitarias deberían ser más estables que nunca, tiene pocos precedentes (...) Ningún otro partido de oposición en la UE con posibilidades de gobernar hace ejercicios de filibusterismo de ese calibre.» Magra memoria la de los editorialistas del diario madrileño. Es evidente que ya no se acuerdan de Rocco Buttiglione, a quien José Manuel Durao Barroso incluyó en 2004 en la lista de comisarios europeos que sometió al Parlamento Europeo. Era ministro en el Gobierno de Berlusconi, pero ni siquiera era de Forza Italia sino de la Unión de Centro. ¿Se acusó a Buttiglione de algún delito? ¿De alguna negligencia? No. De algo mucho peor: de ser católico, de manifestar sus ideas sin pestañear y de decir que él no impondría su moral a terceros. Los socialistas europeos vetaron su candidatura y Durao Barroso tuvo que retirarla. De nada, señor editorialista de El País.

«Socialistas y verdes advierten al PPE del riesgo de bloqueo si prosigue su acercamiento a la ultraderecha». Es decir, denunciar la negligente actuación de Ribera implica acercarse a la ultraderecha. El argumento es profundo. Pero la cosa continúa: «Alberto Núñez Feijóo, que en su intento por salvar al presidente de la Generalitat, y su propio liderazgo, ha ido buscando chivos expiatorios hasta dar con Ribera. Este marrullerismo cortoplacista, unido a la temeraria visión de largo plazo de Weber, puede abocar a la Unión a una crisis de gobernabilidad, hasta el punto de condenar al fracaso a la Comisión de Von der Leyen o de obligar a la alemana a basar su segundo mandato en el apoyo de fuerzas claramente contrarias a la integración europea, como el grupo Patriotas por Europa (encabezado por Orbán y con Vox entre sus miembros) o los ultraconservadores (ECR) de la neofascista Giorgia Meloni».

No falta nada en el argumentario. Feijóo tiene que salvar su liderazgo, Manfred Weber, el líder del PPE tiene una visión temeraria y el PPE está obligando a Von der Leyen a entregarse en manos de la «neofascista» Meloni que no parece ser tan fascista cuando se abraza con Pedro Sánchez. Porque que el PP defienda sus posiciones sin rendirse a los socialistas es «pactar con la ultraderecha aun a costa de dejar a los socialistas y verdes en la estacada.» El problema a Von der Leyen se lo crea Ribera, no el PP.

Ya me disculparán que les haya castigado transcribiendo parte de un editorial de El País. Comprendo que si quisieran leer ese diario ya lo harían ustedes sin mi ayuda. Al menos reconocen que el PP es una fuerza muy relevante en Europa. Y me parece muy revelador que el portavoz del sanchismo lo reconozca y que, por una vez, el PP haya conseguido romper el relato del sanchismo.