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Cosas que pasanAlfonso Ussía

El propietario del arte

La ópera, la zarzuela, el cine, la escultura, la pintura, la poesía española y americana, han dejado obras maestras inspiradas en el fascinante y misterioso arte en movimiento con la muerte a dos centímetros de la femoral

La lectura rápida de los titulares en los periódicos nos depara en ocasiones sorpresas muy divertidas. Hoy, leyendo el ABC, he sido feliz durante unos segundos. La protagonista de la noticia leída apresuradamente era la de Von der Leyen y su nueva –por los pelos de la Ribera–, Comisión Europea. He leído: « La presidenta de la Comisión anuncia un programa para su nuevo mandato basado en tres ejes clave: innovación, descabronización y seguridad». Al fin, Von der Leyen acierta, he celebrado. Descabronar la Comisión que ha aceptado los votos a favor de la principal responsable de la tragedia valenciana, es medida digna de aplauso. Pero un repaso más sosegado del titular me ha devuelto a mi sitio.

He leído 'descabronización' en lugar de 'descarbonización'. Será el carbón la víctima de esta profesional de los mejunjes y los apaños, no lo otro. Ha sido agradable durante unos segundos, pero la noticia era imposible. La 'descabronización' de la Comisión, para ser una 'descabronización' total y efectiva, tendría que pasar también sobre ella. Y claro, el segundo eje clave de su mandato renovado, la descarbonización, me ha dejado frío. Pero me ha llevado a otros ámbitos que hay que 'descabronar', y no 'descarbonar', porque en ellos la presencia o ausencia del carbón carece del mínimo interés.

En España, hasta ahora, los ministros administraban sus carteras mejor o peor. No eran dueños de nada. Los de ahora se han convertido en propietarios de sus ministerios, siguiendo el ejemplo de su presidente, que se cree el dueño de España, de la mujer de su presidente, que se creyó la dueña de la Universidad Complutense, del hermano de su presidente, dueño absoluto del ímpetu sinfónico de Extremadura, de Margarita Robles, dueña de las Fuerzas Armadas y del expodemita y sumarista Urtasun, dueño de la Cultura y del Arte. Y a este último, más que descarbonizarlo, hay que 'descabronarlo' por su malísima educación, aún siendo diplomático en excedencia. Claro que, entre los diplomáticos, y ahí está el ministro Albares, 'Napoleonchu' el bajito con pretensiones de alto, que también merece un tratamiento urgente de 'descabronización' con carácter intensivo.

Al ministro dueño del arte, no le gusta el arte de la tauromaquia, y es muy dueño de sus preferencias y rechazos. Soy amigo de muchos antitaurinos. Uno de los mejores y más hondos de mi vida, Antonio Mingote, recelaba de las corridas de toros, pero le interesaba mucho la cultura taurina, universal. El dueño del arte no sólo ha dejado de premiar al arte del toreo, sino que ha borrado a los taurinos de la lista de invitados al acto de entrega de las Medallas de las Bellas Artes celebrado en Sevilla hace pocos días. Curro Romero, Espartaco, los hermanos ganaderos Eduardo y Antonio Miura… ¿Quién es Urtasun? El arte del toreo, el mundo del toro, ha inspirado la culminación del arte en España y en el mundo, desde Goya y Picasso, a García Lorca y las generaciones del 98 y el 27. De eso lo sabe todo Andrés Amorós, que sabe de toros, de poesía, de literatura y de teatro mil veces más que el cursi dictador comunista. La ópera, la zarzuela, el cine, la escultura, la pintura, la poesía española y americana, han dejado obras maestras inspiradas en el fascinante y misterioso arte en movimiento con la muerte a dos centímetros de la femoral. A mí sí me gustan los toros, y las dehesas con sus ganaderías, y el valor seco de los toreros, y las democráticas costumbres del público libre, y el anecdotario del mundillo taurino, siempre rebosado de ingenio popular. ¿Quién es Urtasun para poner en duda la categoría artística de Curro Romero? Por otra parte, ese acto fue presidido por el Rey, y el Rey va a los toros, como su padre, como sus abuelos, como Alfonso XIII, que recomendó a la Reina Victoria Eugenia el uso de un gran abanico: «Si no te gustan, te tapas con el abanico. Pero la Reina de España tiene que ir a los toros».

Juanma Moreno sonreía. Es un hombre que sonríe siempre. Y de nuevo, Las Bellas Artes, y en Sevilla, con la tauromaquia expulsada. Además de a Von der Leyen, hay que 'descabronizar' a los que imponen la dictadura en las artes, las aficiones y los gustos.

Que nada tiene que ver con el carbón.