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Cosas que pasanAlfonso Ussía

La heroína de la libertad

Corina Machado. Triunfarás si no te asesinan. Si deciden acabar con tu vida, el mundo libre te llorará tres días, los del luto oficial. Pasados esos tres días, seguirá la rueda de la corrupción y los negocios

Mientras en Caracas se alza una heroína entre la muchedumbre, en Madrid, la mugre calla. La mugre de Zapatero, la mugre de Sánchez, la mugre de Sumar, la mugre de Podemos y la mugre del comunismo. Todos ellos dependen de la supervivencia del camionero asesino, del narcotraficante, de la bestia. Aquí no hay insultos, sino definiciones. Todo el mundo libre, a su manera –el mundo libre, en ocasiones, cuida más sus maneras que sus acciones–, exige al rotundo perdedor de unas elecciones que respete los resultados de las mismas y permita al ganador tomar posesión de lo que han decidido los venezolanos. Pero el derrotado, con el apoyo cobarde de sus cómplices y beneficiados –Zapatero, Sánchez, Daniel Ortega, el cubano–, y la fuerza de las armas y las torturas en el Helicoide, insiste en permanecer en el poder. Y para mí que, desde su punto de vista, hace bien. ¿Qué futuro le espera a ese mamotreto de odio si acepta los resultados? ¿Qué porvenir le aguarda si la multitud comandada por la heroína de la libertad le vence también en la calle? ¿Cuba? ¿Instalarse en Cuba para vivir con toda su fortuna robada a Venezuela en una nación que se derrumba? ¿En qué lugar puede encontrar el refugio de un exilio libre de preocupaciones? Si Venezuela derrota de nuevo al tirano, por ahí se mueve la sombra de los Ceausescu. ¿Se esconderá en La Moncloa disfrazado de jardinero? ¿Cubrirá la baja del agente de seguridad que se distrajo en Paiporta? ¿Nicaragua?

Maduro no tiene cuajo para enfrentarse a la Justicia Internacional. Venezuela se está jugando la recuperación de su libertad pisoteada, pero Maduro y sus sicarios lo que se están jugando es su vida. Si se tuercen sus defensas armadas, se matarán entre ellos. Ni Cilia, ni Diosdado, ni Delcy, ni Saab. Su última posibilidad de supervivencia, si la calle no vuelve a sus casas, será la de terminar con la vida de la heroína y del presidente elegido.

Siempre hay armas decididas a disparar sin recibir órdenes. Maduro es un prisionero de Maduro. Y a todo esto… ¿Dónde está Zapatero? ¿Porqué calla? ¿Quizá se oculta en la oficina del hermano de Sánchez? No lo creo. Para esconderse en la oficina del hermano de Sánchez hay que conocer su ubicación, y el hermano de Sánchez la ignora.

No está sólo Maduro. El mundo –no Edmundo–, está rebosado de comunistas de salón, de progres pijos, de podemitas millonarios, de sumaristas de Serrano, de… Cuando me refiero a 'el mundo' pienso en España, donde se juntan los mayores defensores de las tiranías mientras derrochan en sus placeres y ambiciones el dinero que nos roban. Ya lo dijo Sowell: «Nunca entendí por qué es egoísta querer quedarte con el dinero que ganaste, y no es egoísta querer quedarte el que ganaron otros». Le respondo a Sowell. Porque el socialismo y el comunismo, superadas las farsas ideológicas, está rebosado de vagos y sinvergüenzas que, de no quedarse y malgastar el dinero que ganan los otros, no tendrían dónde caerse muertos. Muy duro, pero muy sencillo.

Y todos ellos defienden a Maduro, y desean que una bala perdida derribe a la heroína que se muestra y se exhibe al frente de la democracia y la libertad de una de las naciones más ricas del mundo y más robadas del mundo. Un pueblo, el venezolano, que se abraza en su destierro y en el suplicio de su territorio masacrado. Un pueblo valiente, decidido y resuelto. Lo contrario de lo que hemos conseguido representar los españoles. El silencio, la complicidad y el sometimiento a cambio del dinero fácil de los impuestos. Los venezolanos nos recuerdan cada día que conforman un cuerpo unido desde la dignidad y la valentía. Y a todo esto. ¿Dónde está Zapatero? ¿Qué motivo impide a Sánchez situarse del lado de los demócratas? Y una pregunta que no es una acusación. ¿Hay dinero de por medio?

Corina Machado. Triunfarás si no te asesinan. Si deciden acabar con tu vida, el mundo libre te llorará tres días, los del luto oficial. Pasados esos tres días, seguirá la rueda de la corrupción y los negocios, de las comisiones petrolíferas, de las minas de oro, y de las palabras vacías de una Europa cobarde y egoísta encantada de haberse conocido.

Y a todo esto, ¡¡Zapatero!! ¿Dónde estás?