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El astrolabioBieito Rubido

Sánchez da un paso más para amordazar a la ciudadanía

Abandonamos lo que es una práctica democrática para deslizarnos hacia un sistema más parecido al venezolano

La democracia española ha bajado su calidad desde que gobierna Sánchez. Hemos pasado del puesto 17 al 23 en la mayoría de los observatorios internacionales. Si nadie pone remedio, el año que viene descenderemos más. A ello va a contribuir la proposición de ley que el sanchismo anunció ayer. Una proposición que tiene nombres y apellidos. Lo que se pretende es que se archiven por la vía de esta nueva norma los procesos en marcha que afectan a la esposa y al hermano de Sánchez y al fiscal general. De esta manera, abandonamos lo que es una práctica democrática para deslizarnos hacia un sistema más parecido al venezolano. A partir de ahora, las informaciones periodísticas no servirán para abrir investigaciones judiciales.

Varios aspectos merecen la pena destacarse. El primero y más grave es que esta reforma no se hace por la vía de un proyecto de ley, que tendría que ser informado, entre otros, por el Consejo del Poder Judicial, sino por una proposición de ley, que admite una disposición transitoria final para archivar las causas en marcha.

El segundo aspecto que es pertinente analizar es la limitación de la acción popular. Es cierto que tal vez se podría limitar a determinados delitos y también es cierto que ya el gobierno de Rajoy estudió la posibilidad. La diferencia es que la iniciativa de entonces iba por la vía de proyecto de ley y para nada servía para anular con carácter retroactivo los sumarios abiertos, como son los de Begoña Gómez, David Sánchez y García Ortiz.

En tercer lugar, y esto es especialmente grave, con esta iniciativa del sanchismo desaparece la acción popular que venían ejerciendo las asociaciones de víctimas del terrorismo. Otra indignidad más de este presidente que se muestra tan valiente con un muerto de hace medio siglo y tan cobarde con los terroristas etarras y sus herederos.

Finalmente, habrá que recordar que casos como el Watergate, Roldán, los GAL, Nóos o los ERE de Andalucía no hubiesen salido delante de haber existido la nueva mordaza que el sanchismo quiere imponer a toda la sociedad. Y es que más que nunca estamos en manos de un grupo que solo piensa en su beneficio personal y para nada en consolidar la democracia en España. Esto es todo un ataque a la sociedad civil. En la comunidad internacional democrática y muy especialmente el Tribunal Europeo de Derechos Humanos defienden y ensalzan el papel de la prensa y piden potenciar su papel para sacar adelante muchas denuncias que, de no haber sido por los periodistas, no hubiesen llegado nunca a los tribunales. La jurisprudencia en este campo es muy abundante.

O se va Sánchez pronto o España definitivamente caerá en el abismo de una autocracia. A las pruebas me remito. Nadie se ha atrevido a ir tan lejos: gobernar con nepotismo y legislar para salvar a su familia. La seguridad jurídica en este país es ya una entelequia.