Una 'fake news' muy progresista
Pedro Sánchez está montando una gran 'fake news' para tapar su corrupción con el mensaje de que la desinformación es cosa de la derecha

En este caso, usar el término anglosajón, fake news en lugar de noticia falsa, es muy pertinente. Porque la fake news en cuestión es del buque insignia del periodismo progresista mundial, el New York Times. Y una buena muestra de cómo la izquierda usa la desinformación contra el adversario político, en Estados Unidos como en España. En este caso, contra el nuevo secretario de Salud de Trump, Robert F. Kennedy, cuando está a punto de ser confirmado para el cargo.
Ahora que Sánchez y otros líderes de la izquierda arremeten contra las redes sociales y los nuevos periódicos online que no son de su cuerda, el New York Times demuestra que los viejos periódicos progresistas manipulan y mienten como el que más. En este caso, el Times publicó en portada una noticia titulada «El abogado de Kennedy ha pedido a la F.D.A. que revoque la aprobación de la vacuna del polio». Una fake news a lo grande que provocó miles de comentarios llamando lunático y peligro para la salud a Kennedy justamente en los días anteriores a su confirmación. Y publicada en este supuestamente serio y estricto medio, no en el X de Musk al que achacan la desinformación.
La verdad es que lo que pidió el abogado de Kennedy, y no para él sino para otro cliente, era la retirada de una de las 6 vacunas que hay contra la polio, por haber sido testada insuficientemente. Y la verdad es que Kennedy, crítico con algunas vacunas como las del Covid, es firme partidario de las vacunas contra la polio, y, obviamente, aún en el caso de que la F.D.A. suspendiera esa vacuna en concreto, seguirían administrándose las cinco vacunas restantes contra la polio en Estados Unidos.
Ciertamente, no había torpeza o error alguno, sino una intencionalidad clara de desinformación con ese titular. Desinformación que el Times apuntaló, uniendo al titular otro con declaraciones del senador demócrata Mitch McConnell contra Kennedy a partir de la supuesta veracidad de la información. Con un 83% de lectores votantes del Partido Demócrata como tiene el Times, y afectados por lo que Blake Fleetwood ha llamado el «síndrome de trastorno Trump» en su análisis de este caso, la fake news tuvo un gran recorrido. Es decir, cumplió su misión de hacer daño al adversario político.
Por supuesto, estas fake news son al menos tan habituales en la prensa tradicional como en los nuevos medios de internet. E igualmente tan habituales o más en los medios de la izquierda. Y ahí precisamente radica la gran fake news que está montando Pedro Sánchez con el mensaje de que la desinformación es una cosa de la derecha y de los medios de derechas. Una fake news en la que incluye la persecución y censura de los medios no afines, por ejemplo, con ese Observatorio de Derechos Digitales que acaba de presentar con un militante socialista al frente.
Y todo para tapar los graves casos de corrupción que afectan a su familia y a su Gobierno. Para enmascarar las informaciones sobre la corrupción socialista en una supuesta desinformación contra él. Y para aprovechar el viaje para arremeter contra los nuevos medios, de internet y redes sociales, que la izquierda ya no controla ni en España ni en Estados Unidos.