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HorizonteRamón Pérez-Maura

Sánchez nos da otro día para la infamia

Sánchez demostró ayer que está convirtiendo nuestra democracia en un sistema fallido. Fallido porque no puede ser que se gobierne sin presupuestos. Y mucho menos puede ser que constantemente se asignen ingentes cantidades de dinero al margen del Congreso de los Diputados que representa la voluntad popular

Tiene delito que Napoleonchu se presentara ayer ante la Prensa, inopinadamente, para declarar que «Feijóo no está a la altura de las circunstancias. Estos son momentos en los que España necesita una oposición de Estado y no una oposición de desgaste al Gobierno. Son momentos que requieren unidad». Con un par. ¿Unidad en torno a qué? Feijóo lo resumió muy bien. Llegó sin ninguna información de lo que pretende hacer el Gobierno y se fue igual. Lo único que quería Sánchez era la foto.

Todos tienen a estas alturas una idea clara: Sánchez no va a someter a las Cortes el incremento del gasto en Defensa. Porque si lo fuera a hacer resulta incomprensible que no le pidiera al PP su apoyo. Es evidente que ERC, Bildu, BNG, entre otros, no se lo van a dar. Y así no puede sacar adelante este incremento. Vaya usted a saber si no podría incluso conseguir el apoyo de Vox, que ha dicho por boca de su portavoz Fúster que ellos se oponen al envío de tropas españolas al extranjero y por boca de Buxadé en el Parlamento Europeo que están en contra de adjudicar medios de defensa a la Comisión, pero no están en contra del incremento de ese gasto en el Ejército español. Y si somete ese incremento presupuestario a las Cortes y lo saca adelante con el apoyo del PP y Vox y la oposición de la falsa mayoría social que llevó al poder a Sánchez la incongruencia sería imposible de superar incluso para los autores del brillante y manipulador relato que cada día se pergeña en Moncloa.

Como muy bien dijo Feijóo después del cafelito para el que fue ayer a la Presidencia del Gobierno, avanzamos hacia la autocracia. Sánchez demostró ayer que vivimos la infamia de estar convirtiendo nuestra democracia en un sistema fallido. Fallido porque no puede ser que se gobierne sin presupuestos. Y mucho menos puede ser que constantemente se asignen ingentes cantidades de dinero al margen del Congreso de los Diputados que representa la voluntad popular.

No menos sorprendente es que el único apoyo relevante que logró Sánchez fue el del PNV, que ya debe haber asumido la rendición de los gudaris a los voluntarios italianos que luchaban con Ejército Nacional en Santoña en 1937. A estas alturas esos detalles históricos le son indiferentes. Lo único que le importa a Aitor Esteban es que su partido conserve Ajuria Enea el mayor tiempo posible.

Y por si faltara alguna indignidad que sumar a la infamia, Sánchez no recibió a la tercera fuerza política del congreso de los Diputados, Vox, pero sí a los herederos de los asesinos de ETA. Para Sánchez, estos son más presentables que el partido que representa a 3.057.000 españoles. Hace falta ser indigno.