Sánchez Panza se pone nervioso

En Europa se preguntaban por qué el presidente del Gobierno español se comporta con tanto nerviosismo y se levanta de mala manera y grosera de una mesa con líderes europeos. Y siguiente pregunta: si realmente España y Portugal no han conseguido nada en el último Consejo Europeo del pasado viernes, ¿por qué el tal «Antonio» está tan eufórico? Vamos a ver, lo de la isla energética es un camelo, una tomadura de pelo monumental que no va a beneficiar, a medio plazo, en nada ni a españoles ni a portugueses, porque supone en la práctica eso de «pan para hoy y hambre para mañana», lo poquísimo de reconocimiento de intervencionismo en el mercado energético no va a resultar gratis, sino todo lo contrario, al implicar un control directo de los hombres de negro de la Unión Europea, autorizaciones, fiscalizaciones y pérdida de soberanía económica brutal para ambos países ibéricos. El tal Antonio era, por cachondeo patrio, el señor Sánchez y no el pobre presidente luso, quien miraba con espanto y con cara de circunstancias al imbécil hispano, a quien han puesto de mote en Bruselas Pedro Sancho Panza. ¿Y saben ustedes el porqué del nerviosismo del posturita de la Moncloa? Pues muy claro, porque este país que se llama España está reaccionando a todos los niveles y capas sociales, la gente está en la calle, le insulta en su cara, tiene que esconderse y, para más inri, una última encuesta ya da como empate técnico a Vox con el PSOE. Eso que estos impresentables llaman la ultraderecha, que no es tal, sino la ultraindignación del sufrido pueblo español, que está ya como el volcán canario, echando humo y amenazando con una gravísima explosión social. Por eso se ponía tan nervioso, insultaba a sus colegas europeos y daba saltos como si padeciera el baile de San Vito. Qué vergüenza, y que espectáculo. Así lo escondían en la foto.