Cartas al director
El refranero del Sr. presidente
Por un oído me entra y por otro me sale, por eso, no me preguntes por el Falcon ni por los viajes o gastos de mi mujer, son «secretos de Estado». ¿Por qué insistes? ¿Aún no lo sabes? Una buena capa todo lo tapa y ojos que no ven, corazón que no siente. En el fondo, lo hago por vosotros.
Hay quien piensa que las cuentas, claras, y el chocolate, espeso, aunque no lo comparto. Yo soy más de a ningún tonto le amarga un dulce, la ocasión hace al ladrón, que nadie diga de esta agua no beberé o que el que hizo la ley hizo la trampa. Además, no es para tanto, es más el ruido que las nueces.
De todos es conocido que el niño que no llora no mama y que, tratándose de dinero, no es bueno dejar para mañana lo que puedas hacer hoy. Poderoso caballero es don dinero. Por ello, si me criticáis, a palabras necias, oídos sordos. Me abucheáis, ande yo caliente y ríase la gente. Queréis que me vaya, las cosas de palacio van despacio. Y, como dice mi querida Begoña: «Genio y figura hasta la sepultura». Y es que nada hay tan atrevido como la ignorancia, la vuestra, claro, yo soy cum laude. Pero os perdono y no os culpo, ya que todo lo que se ignora, se desprecia.
Año nuevo, vida nueva. Tras un exitoso 2021 os llevo de la mano por un peligroso 2022. No os soltéis que yo os protejo y os mantengo convenientemente desinformados. A grandes males, grandes remedios y donde hay patrón no manda marinero. ¿Quién dijo que pobreza y felicidad no pueden ir de la mano? Patrañas de la ultraderecha, porque quien mucho abarca poco aprieta y la codicia rompe el saco. Cuando os asalten las dudas repetid que no es más rico el que más tiene, sino que el que menos necesita.
Por último, mis súbditos, he aquí un obsequio. La dicha que tarda con más gusto se aguarda. Tras una apariencia sencilla os lego unas palabras que encierran un gran poder. Magia es la palabra que usan para describirlas en Cuba y Venezuela. Guardadlas cerca del corazón porque os reconfortarán todo el 2022. Preparaos. Abrid vuestras mentes. Sentid su energía. Susurrad: a buen hambre no hay pan duro.