Cartas al director
¡Qué desastre!
En los últimos días hemos asistido en España a una serie de actuaciones y manifestaciones vergonzosas y chapuceras por parte del Gobierno de la nación.
Por una parte, los separatistas catalanes se rasgan las vestiduras y protestan por haber sido investigados por el CNI. El presidente Sánchez desmiente que dichas escuchas fueran ordenadas por su Gobierno. Por otra parte, la ministra de Defensa, la señora Robles, indicó que sí habían existido «algunas escuchas», y por último, la exdirectora del CNI, señora Esteban López, aseguró que sí hubo escuchas telefónicas a políticos catalanes implicados en el procés.
Este guirigay, impropio de un país democrático occidental, no hay quién lo entienda, ¡qué chapuza! Pienso que todo este dislate tiene un objetivo, comandado por don Pedro Sánchez Castejón. Al residente del Gobierno le importa un pimiento el Centro de Inteligencia de España; fuera otra institución importante de Estado que le estorba para sus fines.
De la ministra de Defensa, doña Margarita Robles, qué decir. Su vergonzosa comparecencia ante los medios de comunicación para justificar el cese de la directora del CNI no hay por dónde cogerlo. Sentí vergüenza ajena al oír cómo lo justificaba sin convicción, disfrazando como un relevo normal, el cese fulminante impuesto por ERC al presidente del Gobierno. Algunas personas y medios de comunicación la consideran una política seria y responsable; personalmente, opino lo contrario, la señora Robles actúa al mandato de su amo, a la voz del señor Sánchez.
Señor presidente, veo que no es usted consciente de agujero negro que ha abierto, en las relaciones de confianza que han de existir con nuestros aliados europeos. ¡Qué desastre! su actuación en el affaire del CNI.