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Cartas al director

Objetivo: debilitar a Europa

Que el conflicto bélico en Ucrania, aunque iniciado por Rusia, ha sido provocado por EE. UU. es algo que ya sólo dudan los ignorantes o los desinformados. Hasta el propio Papa Francisco, tan subordinado al globalismo, ha apuntado a la responsabilidad de la OTAN, que es una plataforma estadounidense de hegemonía mundial. Lo que ya no está tan claro es el para qué. Pero si nos atenemos a las consecuencias, y dejando a un lado a los ucranianos, cuyo destino le trae sin cuidado a Washington, resulta que aquí los más perjudicados son los países de la UE. Mientras que EE.UU. se enriquece vendiendo su gas e impone a Zelenski la resistencia hasta la muerte del último ucraniano, enviándole armas a porrillo y urgiéndolo a no capitular, el empobrecimiento causado en Europa por las sanciones económicas a Rusia va a ser tan espectacular que raro será si la unión sobrevive. Quizá aquí la verdadera guerra no esté tanto en las llanuras del Donbás como en la economía; y quizá el objetivo último de las sanciones no sea tanto doblegar a Rusia como debilitar a Europa.