Cartas al director
El caso nunca es la verdad
El Papa Francisco ha dicho alguna vez que la casuística no es la verdad. Matar está mal, pero todos sabemos que a veces se da el caso de tener que matar, por ejemplo, en defensa propia. También está mal romper la familia y que los hijos sufran, pero a veces se da el caso de que el divorcio es necesario e inevitable. Cuando se habla del aborto, sus defensores siempre van al caso concreto de la violación o de la vida de la madre gravemente en peligro, casuística que tampoco hace bueno el aborto, menos aún lo convierte en un derecho. El ciudadano medio sabe lo que está bien y lo que está mal sin tener que recurrir a la casuística (al caso), para convertir el mal en bien. Matar en defensa propia sigue estando mal y no es un derecho, pero está justificado y no lo condenamos. Abortar en el caso de grave riesgo para la vida de la madre está mal y no es un derecho, pero está justificado y no lo condenamos. Que los menores de edad, sin contar con sus padres, se mediquen, hormonen y lesionen su propio cuerpo para cambiarse el sexo está mal y no es un derecho, pero podría justificarse cuando sean mayores de edad y los expertos lo vean factible. Aquí no hablamos de lo que está en la fe religiosa o en las ideologías de uno u otro signo, hablamos de lo que está en la naturaleza ambiental y humana. Soy un hombre y no tengo derecho a convertirme en un perro o en un gato. Nego suppositum.