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Cartas al director

Sánchez, con los desconectados de todas las leyes

Si Sánchez está con los que se desconectaron de todas y cada una de las leyes, el resto de los españoles le estorbamos; si Sánchez está con el partido político heredero de los terroristas de la ETA, partido al que Sánchez le dio el pésame en el Congreso por la muerte de un terrorista de la ETA, el resto de los españoles le estorbamos. Los ciudadanos cumplidores de las normas le estorbamos a un presidente del Gobierno que, por el contrario, respeta a los que incumplieron todas las leyes a cara descubierta, incluso les indulta. Pero es que Sánchez tampoco está con los ciudadanos que quieren que sus niños inicien el próximo curso estudiando castellano, pues sólo Sánchez puede suspender, durante al menos cinco meses, el «decretazo» que Cataluña ha dictado esta semana para burlar a la Justicia. Y es que la Justicia también le estorba a Sánchez. Por eso consentía que los magistrados fuesen injuriados por el que fue su vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, el invasor de los teléfonos ajenos. Y también le estorba la Corona, a la que varios de sus ministros va minando poco a poco, poco a poco… ¿Y el Ministerio Fiscal no puede hacer nada ante un presidente del Gobierno así de temerario? Sí puede. Por un conducto especial, previsto en su estatuto, puede investigar las acciones y omisiones del presidente del Gobierno (y de sus ministros), por si fuesen constitutivas de infracción penal. Pero es imposible, pues al mando del Ministerio Fiscal está una amiga manifiesta y exministra del presidente Sánchez. Todo muy burdo, muy esperpéntico, muy disparatado, muy grosero, muy clamoroso. ¿Se atreverá el presidente Sánchez, otra vez, como ya hiciera el 15 de febrero de 2019, a disolver a plazos las Cortes Generales? ¿Permitiríamos, otra vez, un disparate de tal calibre?