Puestas de sol

Sr. Director:

Las puestas de sol han dado que hablar estos días. Y no de manera óptima. Ni agradable ni necesaria. Parece que en campaña electoral todo vale, sin tener en cuenta que lo soez sobra, y los soeces se retratan perfectamente. Nadie duda de la espectacularidad granadina –allí estuve hace cuatro décadas–, como tampoco es desdeñable la belleza de Fisterra. Ambas se complementan, geografía y orografía aparte, en la unión de personas ilustres que han visitado ambos lugares bellos. El presidente nacional del PP, Alberto Nuñez Feijóo, valoró positivamente dichas vistas desde la Alhambra, como en su momento hizo Clinton o yo misma. ¿Pero hay que desacreditar hasta el insulto el preferir unas vistas gallegas, como es el faro de Fisterra? No seamos catetos, no nos volvamos obtusos ni cerriles, vivimos en una España bella rodeada de diversidades geográficas, culturales, sociales y gastronómicas que todos podemos y debemos disfrutar en paz y serenidad. Nos lo merecemos tras el padecimiento pandémico. Recorramos España de norte a sur, de este a oeste, vibremos con los festivales, aprendamos con el teatro castellano-manchego, bailemos sevillanas, comamos gazpacho y deleitémonos con la paella valenciana y con la horchata si tenemos sed. ¿Lo ve, Sr. presidente del PSOE andaluz? Sin ofensas, se llega a nuestra amada piel de toro.