De vergüenza nacional

Cuesta ya trabajo explicar el comportamiento de Pedro Sánchez pero, en la metedura de pata respecto al Sáhara, Marruecos y Argelia, es que ya resulta increíble. Vamos a ver, nuestra Constitución consagra una Monarquía Parlamentaria y no una República presidencialista. El Gobierno, de forma «colegiada», tiene la obligación de marcar la política exterior hacia terceros países, con el aviso previo y el consentimiento de las Cortes Generales. Es de primero de Derecho. En este sentido, es de moción de censura que Pedro Sánchez mandara una carta privada al Rey de Marruecos. El motivo, estrictamente personal, es de su incumbencia, aunque todo parece indicar que está relacionado con el espionaje del programa espía Pegasus. El que acuda a amparo a la Unión Europea solo sería de risa, pero abruma y escandaliza, poniendo a este país en evidencia. A Pedro Sánchez se le ve ya las vergüenzas propias como al Rey desnudo, sin necesidad de que se denuncie sus tropelías. Estamos en campaña electoral y es por Andalucía pero, muy buen momento de que los andaluces demos una respuesta democrática ante las meteduras de pata de este personaje. Basta ya. El 19 de junio tenemos una gran oportunidad.