Cartas al director
Un nuevo ciclo
Pandemia e invasión de Ucrania son las excusas con que el Gobierno quiere justificar una gestión que no hubiera alcanzado mayores cotas en ninguna circunstancia.
¿Ha comenzado un cambio de ciclo? Sí; al narcisista Sánchez, con hagiógrafos lameculos como el caradura Tezanos, le sobran 1.200 asesores; él impone su criterio a los «monaguillos», García-Paje dixit, ha logrado consenso absoluto en su partido y nadie le contradice, lo mismo que hace cualquier dictador que se precie.
Aunque aprendieran a gestionar, la única esperanza del sanchismo se basa en que mejore la situación económica, pero la crisis financiera internacional continuará y aunque llegue parte de los fondos europeos, ellos seguirán incrementando el gasto, la deuda y el déficit crecerán, la inflación aumentará, la prima de riesgo también, luz, gas y gasolina serán cada vez más caras, la gente tendrá menos dinero y estará más cabreada; el gobierno aplicará arreglos cosméticos tardíos e insuficientes como el cheque de 200 euros (un solo pago) cuando siguen sin llegar ni la mayor parte del cacareado Ingreso Mínimo Vital ni las ayudas para La Palma. Farfolla y mohína para la olla.
Nadie vota a un partido incapacitado para resolver sus problemas económicos. Nadie espera nada de quien mantendrá nefandas alianzas porque lo contrario les obligaría a convocar elecciones. Moreno arrasó, entre otras razones porque a la ciudadanía eso le molesta y se defiende al ver a sus gobernantes en manos de extremistas, golpistas y filoetarras. Ninguna persona honesta quiere ver homenajes impunes a terroristas excarcelados; todas esas facturas se acaban pagando con elevados intereses.
Esperpénticas figuras, carísimos despropósitos como los de Garzón o Irene Montero, tampoco ayudan. Sánchez despierta antipatía por sus tropelías y, aunque quiera simular moderación y se vanaglorie de avances sociales puturrú de fuá, solo le creerán sus fanáticos. O quizá tampoco.