«A España no la va a conocer ni la madre que la parió»

Que nadie tenga la menor duda de que el artista del escapismo político, el catedrático de la mentira, el señor Sánchez, no se va a quedar de brazos cruzados ante los últimos reveses y derrotas políticas recibidas en las comunidades de Castilla y León y Andalucía.

El señor presidente del Gobierno es consciente de que en estos momentos las encuestas de votos a nivel nacional no le son favorables, las meteduras de pata cometidas en los asuntos del CNI, el Sáhara y Argelia, entre otros, le han dejado bajo mínimo; pero ¡ojo!, no hay que fiarse, las trampas y su maquiavélico proceder hacen que muchos españoles no confiemos para nada en sus próximos pasos a dar en el Gobierno de nuestra Nación. ¿Para qué quiere controlar el señor Sánchez Indra y el Tribunal Constitucional? ¡Uy! ¡Uy! ¡Qué sospechoso!

A los españoles no se nos ha olvidado su proceder en asuntos de alto calado político, y cuyas consecuencias serán nefastas para el futuro de España. Sus connivencias con los herederos de ETA y los separatistas catalanes, la claudicación clandestina y humillante ante Marruecos, su acoso a la Corona, su desprecio a la oposición, sus confinamientos cuando se desató la covid totalmente inconstitucionales e ilegales, etc., hacen de don Pedro Sánchez el peor presidente del Gobierno que España ha tenido desde la promulgación de la Constitución de 1978.

Este señor, don Pedro Sánchez, con 120 diputados que tiene su partido en la Cámara Baja, está siendo capaz de hacer realidad la frase que sentenció mi paisano Alfonso Guerra: «A España no la va a conocer ni la madre que la parió».