Es la política, imbécil

Se sabe, porque es ya histórico, cómo el presidente Bill Clinton, en su campaña electoral que le llevó a la presidencia de la nación por primera vez, popularizó el eslogan «Es la economía, imbécil», en el sentido de recordar al preparado pueblo americano que lo importante para sus vidas no es tanto la propaganda sino las medidas económicas y sociales que les pueden afectar realmente en la vida diaria. Pues bien, el PP parece que no quiere aprender de sus múltiples errores del pasado porque no se puede ganar la confianza del electorado, ya sea el suyo, el del centro o, ya no digamos, el del centro izquierda (lo que Nuñez Feijóo denomina la «autopista del centro») sin plantear a la nación contra medidas (como en la guerra submarina) alternativas a las locuras populistas del Gobierno social y comunista de Pedro Sánchez. Pero es que, además, el PP tiene que aprender a mojarse en las duras arenas movedizas de la política y, para ello, no hay otra alternativa parlamentaria que presentar una moción de censura, que es el mecanismo constitucional no solo previsto para derrocar a gobiernos ineptos, irresponsables e inútiles como el de Pedro Sánchez sino, también, para ofrecer a los españoles una alternativa real, palpable y visible, frente a lo que ofrecen tanto la extrema izquierda (PSOE), como la ultraizquierda (Unidas Podemos) y el resto de los «socios» de este Gobierno asqueroso, como separatistas y antisistemas variopintos. Es necesario que Nuñez Feijóo no se duerma en los laureles de lo que le dicen las encuestas y reaccione pronto, ya. Presenten de una vez una moción de censura. Es la política, señor Feijóo.