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Cartas al director

¿Hubo robo alguna vez?

Qué velocidad llevamos, las noticias de hace unas semanas parece que nunca existieron ¿Hubo alguna vez corrupción en Andalucía? No, solamente se han cambiado de sitio casi 700 millones de euros ¡nada, calderilla! de las arcas públicas destinados a los trabajadores parados, no han ido a ningún sitio de particulares «faltaría más». Lo que no se sabe a cuantos sitios han ido a parar.

Pero como dice el refrán «el que parte y reparte se queda con la mejor parte».

Parece ser, que para el presidente «socialista» Dr. Sánchez no ha pasado nada, ni con sentencia, ni sin sentencia de la Justicia. Nadie malversó fondos públicos y mucho menos favoreció a los amigos, parientes y vecinos del carnet socialista en la boca. Y nadie ha ido a la cárcel, ni tampoco va a ir. Nadie cometió ningún delito, nada de devolver a su sitio lo cambiado. Todo está perdonado sin devolver nada de nada. Lo pasado, pasado está. Y si alguno tuvo algún desliz es porque no eran socialistas, a pesar de ser presidentes del partido los «señores honorables» Chaves y Griñán.

A lo mejor se olvidaron de eso, de los cien años de honradez ¡y ni uno más!

Quien presume de bondad esconde siempre perversas intenciones. ¿Existe algo peor que las buenas intenciones? Lo dudo. En la Andalucía de los cuarenta años del PSOE, en lugar del bandolero generoso que reparte beneficios de lo robado a los ricos con los desheredados, la han convertido en la sociedad más arruinada de Europa. Tenían todos los elementos para que fuera la «California europea». No era solo un sueño. Todo lo tenían para que fuera una realidad: las condiciones climáticas ideales para toda clase de cultivos, la industria turística con la doble apertura al Mediterráneo y al Atlántico, grandes ciudades llenas de cultura, excelentes comunicaciones. Todo permitía que hiciera de la tierra andaluza la región más rica y alegre de España. Todo lo tenían y en vez de eso, vino el PER. El primer peldaño para la ruina y la corrupción. Los socialistas, González, Guerra y Chaves «los de la pana y la tortilla» lo presentaron como una obra caritativa. «No tenía nada que ver con los bandoleros de Sierra Morena».

Subsidiar masiva e ilimitadamente a la población, con dinero ajeno y no precisamente de los ricos, sino de los desheredados, esto podía parecer de una humanidad admirable. Pero no, era una estrategia de compra de votos con dinero de los demás.

¿Para qué organizar una economía productiva, si el Gobierno socialista suplían con fondos ajenos cualquier esfuerzo y riesgo? Y Andalucía no fue California. Fue Sicilia.

Y ahora el nuevo presidente social-comunista quiere que todo el país funcione con un régimen como el de Andalucía. Repartirse el pastel en una agencia de colocación con la izquierda silvestre. Gobernar lo que se dice gobernar, nada de nada. Aparecerán los ERE en toda España y se pagarán con dinero de los trabajadores y desheredados, nunca de los ricos. Porque ellos quieren vivir como los ricos...

Máximo de la Peña Bermejo

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