Tapar las calles

Crecí bajo el régimen de Franco, como la economía nacional, sin ninguna ideología, solo la de la prosperidad. Los niños y niñas (aun no había neutros) jugábamos cogidos de la mano «a tapar la calle» ocupando todo el ancho de la calzada, como soldaditos que éramos buscábamos la armonía y la tranquilidad.

Teníamos cantinelas y hasta nuestro himno, que decía así: A tapar la calle/que no pase nadie/si pasa Jesús/nos pondremos en cruz/si pasa María/nos pondremos de rodillas/si pasa José/nos pondremos en pie.

Y ya sobre los sesenta, en las universidades, como no les daba para sacar a las masas en manifestación al estilo francés, los obreros cortaban las calles, para cortar la prosperidad e implantar una ideología, duraba minuto y medio, mientras gritaban a la espera de los grises y a correr. «¡No nos mires, únete!», decían a las masas.

Y hoy, en pleno siglo XXI, el sanchismo rampante de los obreros sin pan ni corta ni tapa las calles, las llenan de sometimiento circulante de sanchismo y comunismo. Que para unos es la vida sin dignidad y para otros la guerra y el crimen de Putin. Cada uno se toma su tiempo sin pensar. La izquierda no admite la crítica y la radical no exhibe autocrítica de los crímenes de guerra. Por el asilvestramiento definitivo de sus representantes políticos.

A lo mejor a muchos les está gustando la corrupción de las instituciones vía colonización ideológica, donde no admiten la división de poderes. ¡Ahí la Justicia! La izquierda debe de ser impune, a ellos no se les puede aplicar el Código Penal. Son los dueños de la calle. Y si los jueces libres se empeñan en hacerlo, el indulto es obligatorio. A la izquierda no se la puede juzgar ni por corrupción ni por crímenes de guerra. Si no eres social-comunista y opinas diferente, lo lamentaras. No podrás pisar la calle, no existe más que izquierda y extrema izquierda, fuera de esos espacios políticos. Solo hay fascismo de derechas. En la izquierda no hay fascismo ya. No existe, ni siquiera libertad. Solo existe el derecho del social-comunismo…