Cartas al director
Las tres bazas con las que juega el demonio
Las tres cualidades negativas de la humanidad, de las cuales el demonio se aprovecha, se maneja y juega con ellas son: la pobreza, el ateísmo y la incultura. Esas tres cualidades, circunstancias o condicionantes del ser humano, constituyen el bálsamo, el estímulo y la fuerza, con las cuales el demonio consigue sus objetivos, logrando sus ansiadas y deseadas maldades. ¡He ahí el misterio! Un misterio que, como se puede comprobar por esa obsesión persistente y torturadora propia de un espíritu que incita al mal, lo estamos viendo, también, en el Gobierno que nos gobierna.
De esas tres cualidades negativas, el Gobierno de Pedro Sánchez se está aprovechando al máximo en detrimento de los ciudadanos que las padecen. Pedro Sánchez y su Gobierno están empleando las mismas tácticas que el diablo para mantenerse en el poder, haciendo daño al pueblo, creándole pobreza, inculcándole su adoctrinamiento ateísta y consiguiendo una incultura en los jóvenes. Así consigue sus ansiadas maldades con las que alcanza sus fuerzas para seguir adelante.
Nos ha estado quitando dinero con sus impuestos mediante el IVA, embolsando esas cantidades en las arcas del Estado para que, ahora, muy astutamente, apruebe unos presupuestos ideológicos, propagandísticos y despilfarradores, con los cuales aumentará la deuda estatal. He ahí su táctica: al más puro estilo cesariano quiere repartir el dinero acumulado a sus potenciales votantes para mantenerse en el poder. Un dinero público que lo está manejando a su antojo por razones electoralistas desprestigiando al centroderecha, y con su peculiar táctica goebbeliana está lanzando al vuelo esas proclamas de que «con la bajada de impuestos se destruye el estado de bienestar». Y no digamos de su ley de educación, con la laicidad en las escuelas y el poco nivel cultural que se les exige a los jóvenes, aumentando el ateísmo y la incultura. El estado de bienestar se destruye despilfarrando, malgastando, quitando el dinero al pueblo, aumentando el paro, destruyendo empresas, con la desigualdad entre comunidades autónomas, y creando una incomodidad social generalizada. España no se merece un Gobierno que miente y que promueve acciones malas, desestabilizadoras e injustas.