Cartas al director
El timo del progresismo
Aún ruge la marabunta progresista de todo signo por la victoria electoral en Italia de una mujer que se opone al inquietante futuro adonde nos empujan unas élites de políticos y burócratas que nos aplican unos valores fraudulentos respecto a los que a lo largo de siglos forjaron Europa. Bien sabemos que cuando nos invocan la tolerancia, pluralidad y diversidad, se refieren a una tolerancia aplicada sólo a quienes ellos designen, que suelen ser tan plurales y diversos como afines al progresismo y dóciles con sus consignas. Mas con los que se salgan del rebaño... ¡se acabó la tolerancia, la pluralidad, la diversidad y hasta la Universidad! ¿Respeto a las minorías? Exclusivamente para sus protegidos de todo género; pero ¡ay de las minorías demasiado ortodoxas con la cultura y la civilización occidental! ¿Memoria histórica? La necesaria para falsear los hechos y blanquear sus crímenes. ¿Libertad de culto? La reducida progresivamente al ámbito privado, salvo que se trate de celebraciones susceptibles de explotación política o económica; o de religiones no cristianas. ¿Derecho a la vida? Total para animales y plantas, pero negada a los seres humanos en el seno materno. Valores todos ellos tan progresistas, que si osas cuestionarlos te convierten en enemigo del pueblo y peligroso fascista en cualquiera de sus inagotables formas.