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Cartas al director

Benemérita

El día 12 de octubre la Guardia Civil celebra el día de su patrona. En el País Vasco somos testigos del calvario sufrido por quienes han prestado servicio en el Instituto Armado. Hombres y mujeres humildes, abnegados, cuyo honor es su máxima e irrenunciable divisa; el trabajo callado e incansable cual hormigas a base de vigor, firmeza y constancia es su único secreto para lograr los frutos que redundan en la sociedad de la que son custodios. Los vascos somos los máximos agraciados de no continuar sometidos, esclavizados a la tiranía del terror; nuestras gentes y pueblos respiran tranquilidad y sosiego, el sobresalto es historia pasada, lo que ha sido fundamental para potenciar el turismo, la economía y, sobre todo, la armonía; todo ello gracias prioritariamente a los hombres de verde, quienes consiguieron que el enemigo real del pueblo vasco izara la bandera blanca. Afortunadamente ya no somos el foco por hechos luctuosos, no abrimos los noticiarios con imágenes dantescas y ello, lo sabemos, se debe fundamentalmente a aquellos servidores de la sociedad que fueron tratados de la forma más cruel tanto física como moral al igual que sus familias. Ha llegado la hora del homenaje público con cariño y sin complejos, en el que se reconozca la aportación y el precio de sangre, odio e incomprensión que han pagado. Niños, mujeres y varones que lloraron hasta secar los lagrimales, forzados a marcharse con su esposo, padre o hijo en el interior de un ataúd o malherido.

Abramos las puertas de par en par, seamos valientes para un reconocimiento merecido, nunca es tarde, y cerremos los oídos a quienes siguen poseídos por el odio parapetados en sus ficticias trincheras. Benemérito significa digno de galardón y qué mejor galardón que un abrazo y un brindis. Buen servicio y Zorionak.