Una legislatura acabada

Se acabó la fiesta, como decía la vieja canción ultramontana caribeña en el momento en que Fidel Castro entró en la Habana. Pues, señores del Gobierno socialcomunista, se terminó lo que se daba. Ignoro si habrá o no habrá PGE para el año 2023, pero da exactamente igual porque todos los organismos, públicos y privados, nacionales e internacionales, han manifestado lo mismo: los PGE presentados por la señora Montero no tienen ninguna objetividad ni posibilidad de futuro, están obsoletos, no responden a la realidad económica de este país y, por lo tanto, si se aprueban, con los votos de separatistas y demás extremistas, como Bildu, no servirán para nada y, si no se aprueban, por cabreo u oportunismo político de ERC, pues igual, no tendremos tampoco unos PGE que puedan aplicarse, por prorrogarse los actuales que tampoco han servido para nada. Este Gobierno ya no tiene fuelle, solo propaganda y mucho postureo, especialmente, del presidente posturita e insolvente, que ni tiene partido, salvo sus acólitos y acólitas de Moncloa y Ferraz, ni ideología de izquierdas ni socialista. Por cierto, hay una afirmación del caradura de Tezanos, director del CIS (Centro de Inventos Socialistas) que lleva razón: «En las encuestas se revela una tendencia a favor de la socialdemocracia». Efectivamente, de la socialdemocracia liderada por el PP. El centro izquierda, o sea, la socialdemocracia, es el PP no el PSOE. El PSOE está muerto políticamente, como el cadáver del señor Tezanos y él lo sabe. En esta tesitura, ¿qué necesidad nacional hay para prorrogar esta agonía, salvo el interés de Pedro Sánchez y de sus ministros de radicales y ultraizquierdistas? Cerremos ya este capítulo y comencemos uno nuevo. Que el pueblo hable.