El antiguo PSOE

Alfonso Guerra lo ha resumido muy bien. El PSOE de hace 40 años, el que ganó las elecciones con 202 diputados, no es el mismo partido político que el de ahora. La socialdemocracia española surgida de los jóvenes socialistas que lideraron en la década de los 70 a los 90, con sus errores, no tiene nada que ver con el socialismo radical de Pedro Sánchez. De hecho, Felipe González y Alfonso Guerra ganaron tan ampliamente por recibir apoyos de los votantes de centro, no solo del centro izquierda. Era una opción moderada, progresista, pero con sentido de Estado y respetuosa con la derecha democrática que sirvió de alternancia. En palabras de Guerra, el parecido solo sería por pura coincidencia. No es que me guste este viejo socialista pero reconozco su coherencia. Desde mi punto de vista liberal, es imposible recuperar los consensos perdidos sin recobrar el espíritu de tolerancia y respeto de hace 40 años, en el punto de finalización del proyecto democrático y de convivencia que nos dimos entre todos los españoles. Solo desde la unión y la concordia nacional es posible construir un futuro para todos. Huir de la confrontación y buscar pactos. Es decir, justamente todo lo contrario de lo que representa el sanchismo.