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Cartas al director

La historia es la que es

Con nocturnidad, la hermandad de la Macarena, bueno su hermano mayor del PSOE, y, además, no sevillano, exhumó los restos de Quipo de Llano, enterrado, en su época, siguiendo todos los cánones, protocolos y requisitos de la Iglesia Católica, en una basílica religiosa. No sé si estuvo presente el sacerdote párroco y vicario de dicha Basílica, y el cardenal de Sevilla, así como el responsable del Registro Civil, el forense y el juez de guardia.

Mal camino lleva la Iglesia Católica con estas cobardías, cuando, quienes han sacado adelante su ley de memoria democrática, sus ancestros asesinaron a muchos sacerdotes y religiosas, quemando, también, muchas iglesias, no sólo en Sevilla, sino en toda España, y destruyendo también, he ahí la gran barbarie, muchos archivos civiles en muchos ayuntamientos.

El Gobierno socialcomunista de Pedro Sánchez ha puesto en marcha toda su propaganda mediática para meterle por las narices al pueblo toda una serie de patrañas para que este se olvide de los gravísimos problemas que padece. En la 1 de TVE hablaron de los fusilamientos de Queipo de Llano, pero no dijeron nada de los que el frente popular anarquista, comunista y revolucionario asesinaron, a sangre fría, la gran mayoría inocentes y ajenos a lo que estaba pasando, en todo el territorio nacional. Se está manipulando descaradamente la opinión y los sentimientos de los españoles para que no conozcan la verdadera historia de España. Eso es cinismo, hipocresía y maldad, y, además, piraterismo histórico. La historia es la que es, porque así ocurrió basada en hechos y sucesos. Lo que es es lo que es, y nadie lo puede manipular, ni ocultar, y, ni mucho menos, impedir. La historia no tiene ideología. Ocurrió como ocurrió, y esa es la historia que ocurrió en el pasado, esa esencia natural de la vida que ocurrió como ocurrió. En el presente, estudiamos el pasado, y de ese pasado sacamos conclusiones para aprender de él, para que, en el futuro, aprovechemos lo bueno del pasado, desterrando lo malo que hace daño.

Los que quieren destruir la historia, ese pasado que ocurrió, los que la quieren ocultar, los que la manipulan o la recortan a su antojo, son auténticos villanos, esa gente ruin, indigna e indecorosa. El sometimiento de la historia a una ley partidista que obliga e impone, así como el adoctrinamiento interesado y partidista es propio de dictadores. La democracia, por el contrario, está basada en la verdad y en la libertad. Y el conocimiento de la historia debe de cumplir esos principios fundamentales, esa verdad que nos hace libres, y esa libertad basada en la verdad para ser libre y conocer la verdad.

Manuel León Vega

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