Fundado en 1910

Cartas al director

Hacer daño. Lo llevan en los genes

Pedro Sánchez en su mitin de la Internacional Socialista, dale que te pego con los derechos de las mujeres como algo excepcional, urgente y prioritario, olvidándose de los derechos de los hombres. Quien, a estas alturas, se dedica a defender a la mujer como víctima, dejando por los suelos al hombre, como agresor, es una indigna persona, un indeseable ser que desprecia la unidad familiar, esa unidad que ama y respeta, siendo, como lo ha sido, el mejor pilar que ha mantenido muy alto el orgullo del amor fraterno familiar en el que, por dignidad, su compromiso estaba, está, y estará basado en la fe, la fiabilidad, la fidelidad y la felicidad. Hombres malos los hay, por supuesto, pero también hay mujeres malas y muy malas.

El feminismo ni es patrimonio de la izquierda, ni progreso de nadie, como tampoco lo es el machismo. Y quien se cree demócrata porque defiende el progresismo bajo su ideología de izquierda, amparándose en su machacón desprestigio a los demócratas de derechas, está sumido en el fango de la intolerante indolencia, esa ciénaga pestilente, cuyo tufo le hace caer en lo más hondo de la degradación de la conducta y el comportamiento, atrapado en su inquietante zozobra, haciendo, como lo hace, daño.

Daño que, también, en Castilla y León, los sindicatos de izquierdas, UGT y CCOO, socialistas y comunistas, se manifiestan exigiendo democracia, porque el Gobierno de la comunidad es de centroderecha. ¡Qué casualidad! ¿En otras comunidades no gobernadas por el PP no se manifiestan exigiendo democracia?

He ahí la mala condición que tiene la izquierda para hacer daño, y todo, por su mal perder. Un mal perder que riza el rizo en la Comunidad de Madrid, con unas izquierdas y extremistas de izquierdas que siguen erre que erre haciendo daño, olvidándose de que el único responsable del mal en la sanidad pública española es Pedro Sánchez y todo el PSOE que lo arropa, que ha gobernado en España en ocho legislaturas y el PP en cuatro. Tiempo han tenido para darse cuenta de la escasez de sanitarios, y tiempo han tenido para que, en los programas MIR, hubiesen entrado mayor número de médicos.