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Cartas al director

El asunto del aborto

Resultan especialmente reveladoras unas declaraciones que el actual presidente del TC, Pedro González-Trevijano, jurista y catedrático de Derecho Constitucional, realizó en una entrevista a los pocos días de asumir la presidencia del TC:

El Tribunal Constitucional «no puede estar más tiempo sin resolver el asunto del aborto».

Tal y como nos recordaba El Debate en un artículo publicado el pasado octubre: «González-Trevijano se mostró entonces convencido de que el TC podría tener un texto para dar respuesta a la cuestión, cuya ponencia recayó en el magistrado Enrique Arnaldo, para someterlo a votación en unos meses».

Ha pasado ya un año de estas palabras de González-Trevijano y la sentencia sobre el aborto sigue sin dictarse. ¿En qué quedó eso de que el TC «no puede estar más tiempo sin resolver el asunto del aborto»?¿Y lo de estar convencido de que el TC podría tener un texto para someterlo a votación en unos meses?

Habida cuenta de que estamos considerando declaraciones hechas, ni más ni menos, que por el presidente del TC. Y que no se han cumplido en absoluto, esto lleva a preguntarnos:

¿Ha habido alguna «mano negra» que lo haya impedido?¿Estamos todavía en una democracia?

Me temo que el asunto del aborto es «la prueba del algodón» de la calidad de nuestro sistema democrático.

Es triste comprobar que, en las fechas en las que celebramos el aniversario de nuestra Constitución, vemos como el máximo órgano que debiera velar por el cumplimiento de nuestra Carta Magna la pisotea, al hacer dejación de sus deberes constitucionales y permitir que una ley abiertamente inconstitucional, como es la ley Aído, haga posible que se acabe diariamente con la vida de más de 200 seres humanos.