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Cartas al director

¿Si recordáramos a diario la Navidad?

Ante la deshumanización de nuestra civilización y el apego exclusivo a lo material, nos entretenemos en inocular resentimientos, coartar la afección hasta extinguirla, y esto está provocando esta agonía en nuestra sociedad.

¿Por qué durante el año no pensamos y nos preocupamos de todo lo que nos acontece a nuestro alrededor, y observamos más a los demás? Ese barniz que nos echamos encima en estos días tan entrañables, para tranquilizar nuestras conciencias durante el año, con donaciones a instituciones, Banco de Alimentos y ONG etc.

El racismo, el fanatismo religioso e ideológico, el respeto mutuo del hombre y la mujer; suprimiendo la violencia de género que tanta consternación causa, el mal trato a los niños, ancianos y a personas vulnerables. Las guerras, hambrunas, las miserias en cada rincón de nuestro mundo, de esos millones de personas que sufren a diario el dolor del hambre y de las enfermedades; todo originado por intereses económicos y políticos que destrozan por completo la convivencia de los pueblos y de sus ciudadanos.

La sumisión actual y la ignorancia deliberada a las que nos sometemos ocasiona a diario ese alejamiento e indiferencia que origina más soledad interior y más desconfianza en nuestro exterior. Excusamos en estas fechas, para pretender ser más verídicos, más sensatos, mejores; pero se borra de inmediato de nuestra memoria y tornamos a ese enlace absurdo y miserable, al que a diario estamos instruidos en nuestra sociedad.

¿En qué niveles de libertad, dignidad y respeto está gran parte de nuestra sociedad?

Si socorremos a los que están a nuestro lado, oímos a los que necesitan ser oídos, recapacitamos y nos apartamos de esos eslóganes materialistas e insustanciales que los medios de comunicación nos martillean continuamente, nos sentiríamos mejor y nuestras conciencias se nos sosegarían. Recordemos a diario la Navidad.