Estrategia para desinformados

Como ciudadano me resulta humillante oír a los voceros oficiales del Gobierno contarnos, día sí y otro también, cuentos chinos en los telediarios con argumentos para niños y para desinformados. Parece que las encuestas de institutos privados no les pintan nada bien y vuelven a la descalificación ad hominem al jefe de la oposición. Lo último que ha dicho la exalcaldesa de Puertollano es que el «Sr. Feijóo es un provinciano que está perdido en el plano nacional». Digo yo, que ni que Puertollano fuera Nueva York. O la misma Galicia. Lo que hay que oír.

Deben saber los ministros y portavoces, aunque no viajen en metro, que la gente está que trina por los chanchullos legislativos que están perpetrando en materia de indultos, sedición y malversación, legislando a la carta de los «indepes» sediciosos y malversadores. En su tramitación ignoran al Parlamento y ahora están a ver si copan el Tribunal Constitucional «como sea». Una pena. Ya en el siglo XVIII, decía el pensador alemán, Gerg C. Lichtenberg, que «cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto». Dejen ya esa propaganda engañosa e improductiva. El ciudadano no la traga.