Revilla, censor implacable

El presidente de Cantabria es aficionado a pasearse por los platós de TV como showman político. Últimamente ejerce de censor universal, criticando a diestro y siniestro: al Rey Juan Carlos I, a Vox, e incluso a deportistas, como Cristiano Ronaldo.

Han sorprendido sus críticas intempestivas sobre el Rey en una reunión con niños, críticas que repitió con mas crudeza en una emisora de TV. Si todos somos iguales ante la ley, sería mas aséptico no inmiscuirse en la vida de ningún ciudadano, sobre todo si se le ha relacionado con la Justicia que es quien tiene la última palabra. Pero si se decide entrar en el terreno de la crítica, sería mas razonable dirigir las dardos venenosos hacia los que han tenido atemorizados a los españoles con la amenaza del tiro en la nuca, que hacia quien defendió con contundencia nuestra Constitución y nuestra democracia ante un golpe de Estado. Es incoherente atacar al Rey y votar en el Congreso con los bilduetarras olvidando de forma infame que ETA dejó muertos en Santander, en el atentado horrible de La Albericia.

Revilla ha perdido toda credibilidad. No tuvo escrúpulos en transgredir la ley durante la pandemia, siendo descubierto fumando en un restaurante con acceso prohibido a los ciudadanos. Negó burdamente la evidencia, e increpó a sus delatores exhibiendo tics de un elitismo impropios de un dirigente político, quizá heredados de su etapa de militancia en la Falange.