Cartas al director
Una chapuza tras otra
Si hay algo peor que una política desinformada es una política frívola. Y así actuó la secretaria de Estado de Igualdad, la podemita Ángela Rodríguez, que cobra de nosotros 119.000 euros al año, prácticamente mofándose de aquellas mujeres cuyos agresores o asesinos quedaron excarcelados o con las penas sustancialmente reducidas, nombrando despectivamente a la Santísima Virgen y un sinfín de barbaridades que jalearon el resto de enchufadas que la acompañaban. Es un hecho empírico que para entrar en política no tienes que tener 160 de coeficiente intelectual. Ni tan siquiera ya no digo una carrera, sino tampoco el bachillerato. Pero lo que debe ser requisito imprescindible es que sean respetuosos con sus representados. Si haces mal tu trabajo y, pretendiendo defender a las mujeres víctimas de la violencia machista, les haces un inmenso favor a sus verdugos, pide perdón, dimite y búscate la vida allá donde puedas, que será difícil porque no han trabajado en su vida. Pero no bromees, porque en estos momentos muchas mujeres están atemorizadas en España porque sus agresores se salen de rositas debido a su incompetencia. Y que les quede una cosa clara. Que no es un atenuante ni una eximente para ellas el no haber cogido un libro en su vida y no tener la más mínima formación para atreverse a cargar contra los jueces llamándoles «fachas togados». Máxime si tenemos en cuenta que una gran parte de los jueces que aprueban cada año tan duras oposiciones son mujeres.