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Cartas al director

El sudor del pueblo

Somos el hoy de España, tú y yo. Y si tenemos un Gobierno que depende de un grosero para aprobar los Presupuestos Generales de todos los españoles es un Gobierno fallido, que no merece ningún ciudadano. No falla el sistema, fallan los políticos, tenemos los peores de la democracia. La Historia viene después. Ahora no hay tiempo para ella, pero se hace ahora. Salvo que se pueda cambiar el pasado y solo exista hoy. Y lo peor de hoy se lo quieren dejar a otros sin rumbo y sin futuro.

Y eso es lo que parece que está sucediendo con nuestros actuales gobernantes por su supervivencia. Sudar no es un verbo que puedan usar con propiedad quienes no han trabajado nunca. Por eso se meten en política los menos preparados. El mejor ejemplo es Rufián, que presume antes de que se le acabe el tiempo de doblegar al Gobierno sanchista con el Presupuesto.

Es mentira que el tiempo mejore las cosas. A Rufián se le termina el tiempo, «y a este Gobierno también», no por lo que piensa –porque no piensa– sino por lo que hace. Rufián no tiene preparación ni educación básica, no tiene modales naturales. La actual plebe parlamentaria suele perder los papeles. Pero el charnego ya los tira con berridos indecentes para venderlos como una revolución destructora.

El dominio irracional del Parlamento por un grupo o un individuo sin escrúpulos, anulando sin más al contrario que piensa diferente, no es un Parlamento. Es una comparsa del Gobierno. El parlamentarismo democrático o representativo debe ser plural, social y de dialogo racional y transparente, exento de las direcciones partidistas de los partidos.

Cuando una sociedad sienta a un macarra sin educación y sin principios en las Cortes Generales –¡y asusta!– algo grave está pasando. O está enferma o va camino del suicidio…