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Cartas al director

Tomar decisiones en política

Ante la intranquilidad de muchos, que viven en una continua zozobra en la lucha por su supervivencia, soy de la opinión y creo que, en todo lo relacionado con nuestra forma de vivir, tiene que haber un término medio. Ahí radica la verdadera razón de ser: esa justificación que nos hace virtuosos, entendiendo que, ello en sí, constituye el motivo y fundamento de nuestras vidas.

Nunca hay que aferrarse a algo desesperadamente, como si eso significase el no va más. La desesperación en lograr algo destruye y aniquila nuestra manera de ser, de pensar, de actuar y de razonar, y por ello, no se consigue nada de lo deseado, porque, de rebote, el ánimo cae por los suelos, y la impotencia se hace dueña de los sentimientos y emociones, lo que provoca un decaimiento del coraje, arrojo, valentía y resolución, desfalleciendo, por ello, nuestras energías vitales.

En todo lo que queramos hacer y lograr, en el término medio está la virtud para que nuestro raciocinio actúe correctamente, es decir, para que obremos y realicemos nuestros actos en libertad y en conciencia.

¿Están actuando así los líderes del centroderecha español? Según estamos viendo, no. Ni Abascal y su partido, Vox, así como Ciudadanos y su nueva líder, demuestran capacidad para una toma de decisiones junto al PP –partido mayoritario con capacidad de formar gobierno–, empleando el diálogo, el acuerdo y la unidad. Con «paripés propagandísticos» o con lo de «lo que no puede ser» no se soluciona nada.

España, en las próximas elecciones, sean municipales, autonómicas o nacionales, se juega mucho. El pueblo está muy cansado, no sólo de la actuación de Pedro Sánchez y su PSOE, aliados con los que no querían aliarse y, sin embargo, se fueron juntos a la cama para conseguir su mamandurria. El pueblo también está muy cansado de ver que el centroderecha español está muy dividido y enfrentado sin llegar a razonamientos lógicos, siendo, como se ve, incapaces de poner sobre la mesa los pros y los contras para llegar a la conclusión de que en el término medio está la virtud, principio fundamental del raciocinio humano. La unión hace la fuerza, y nos abre las puertas al diálogo sincero sin resentimientos, ni enfrentamientos.