¿Qué tal, Patxi?

El hombre suma tropecientos años en cargos públicos, en total unos catorce ha ocupado, toda su vida de adulto. Tiene tablas para torear al Islero que le echen. Responde al nombre de Patxi López, el mismo que vivió en un palacete de 1.000 m2 cuando era presidente del Congreso y ejerce de portavoz del PSOE en el mismo. En su última rueda de prensa se arrancó con una lección de los logros del Gobierno: salario mínimo, cambios en la ley del 'solo sí es sí', que ya veremos cómo termina mientras sale casi todos los días algún violador a la calle y reducen sus penas a otros cuantos, y dio un repaso con la mano abierta a los fracasos del PP: sanidad, como foco preferente. Llegado el turno de preguntas, emerge la estrepitosa, como no podía ser de otra manera la ley del 'solo sí es sí' como un tsunami imposible de contener. El salario mínimo frente al espejo de la irresponsabilidad máxima, y con dilaciones.

Así, claro, es difícil que un portavoz pueda hacer con dignidad su, digamos, impagable labor de propaganda. Sí, menudo día de los enamorados le dieron al PSOE y Podemos. A Patxi no hace falta ni preguntarle qué está pasando en el Gobierno, en plan quo vadis, coalición. Hay imágenes que valen más que mil palabras, como las publicadas en la prensa y situaciones que, ni con toda la experiencia del mundo, un político consigue disimular. Hay que seguir, no le queda más remedio para seguir cobrando del presupuesto.