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Cartas al director

8 de marzo y «empoderamiento» de las mujeres

Ante un nuevo Día Internacional de las mujeres resulta interesante repasar algunos logros conseguidos y otros retos actuales en España en temas de igualdad.

Es un hecho la creciente presencia de mujeres en todas las profesiones y actividades, también en áreas científico-técnicas. Urge seguir trabajando en las escuelas para conseguir una convivencia educativa entre chicos y chicas, que facilite el respeto mutuo, la paz, y el desarrollo de habilidades personales y sociales, sin presiones ideológicas que promuevan la irresponsabilidad sexual o las adicciones. La violencia de género tiene raíces a veces en situaciones no bien resueltas en la escuela o la familia. No debe haber «victimismo» ni «machismo» y tampoco «bullying». Conviene evitar confundir la «igualdad» (de derechos, oportunidades) con la «uniformidad» (de sexos).

Otro reto actual es la presión sobre la propia identidad. La nueva ley trans, siguiendo la ideología queer, rechaza la realidad biológica mujer-hombre, y exige que cada persona «elija» su identidad, facilitando la confusión sexual desde escuelas e instituciones. Es un planteamiento que ignora la ciencia y la realidad, así como los negativos efectos que está teniendo en España y otros países, especialmente en las adolescentes. En realidad todos somos mujeres (XX) o varones (XY), y si hay alguna anomalía en el desarrollo de una persona, lo lógico es analizar su caso para ayudarle a afirmar su identidad, sobre todo en los jóvenes, con ayuda profesional y familiar.

También hace falta «redescubrir» la maternidad, como factor de «empoderamiento» natural de las mujeres: supone una maravillosa capacidad personal y un gran motor social. Es positivo que se haya prohibido la «maternidad subrogada» que es humillante para mujeres y niños. Falta comprender en cambio que el aborto es violencia contra la mujer y su hijo: una sociedad civilizada debe encontrar soluciones éticas a casos de maternidad imprevista (ayuda económica, adopción, etc.). No existe el «derecho» al aborto en ningún documento internacional oficial. Mientras haya una ley abortista, es necesario informar a las mujeres de lo que es el aborto y otras opciones existentes mejores, para que pueda dar luego un consentimiento informado, sin presiones.

Hace falta pues más ciencia, respeto a la realidad y ética, para asegurar el «empoderamiento» real de las mujeres y conseguir el progreso social de todos.