Café para todos

Colectivos como etarras, independentistas o violadores se vanaglorian de la feliz etapa de Sánchez en la Moncloa, cuya deuda ha aumentado, de momento, un 30 % y hasta el BCE le ha proclamado líder de Europa con un incremento de 16 puntos de endeudamiento del PIB. Él, ufano, sabedor que pasará a la Historia, se enorgullece de su «brillante y digna gestión económica» y se muestra en la tercera entrega de Producciones-Moncloa en distendida charla con unos jóvenes acólitos que posan en el salón de su domicilio alegres por los manjares que les son dados disfrutar: esos contratos fijos discontinuos que junto a una nueva subida del SMI cortocircuitan aún más la economía. Pregúnteles a las PYMES y autónomos, ralea de malvados y opresores, que representan el 97 % del tejido empresarial español, qué opinan de estas felices ideas. Fuegos de artificios, vanas ilusiones. La travesía del desierto será tan larga como prolongada sea la permanencia de Sánchez y sus secuaces en este esperpento cotidiano.