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Cartas al director

Objetivo cumplido

La moción de censura de Vox ya no es una intención, ni una amenaza, es una realidad tras ser formalizada hace unos días en el Congreso y haber fijado la presidenta de la Cámara la fecha del 21 y 22 de marzo para su discusión. Ahora le tocará a Ramón Tamames exponer sus ideas, aun cuando muchas de ellas ya las ha ido desgranando en la prensa y hasta ahora no hay nada original.

Pero aún desconociendo el resultado, que será un fracaso absoluto, la iniciativa está cumpliendo su propósito, poner el foco en Alberto Núñez Feijóo, que no estará ni una la tribuna de invitados y el PP, cuestionarlos, desacreditarlos y tratar de restarle votos por su derecha. Porque hasta los más romos de este país, sobre todo quienes la promueven, sabemos que la iniciativa no va contra Pedro Sánchez, que incluso se beneficia al desviar la atención de asuntos engorrosos, que hay demasiados, salen cosas a diario, sino contra el líder de los populares. Tanto va contra Feijóo, que los socialistas dicen que «son tres puntos más, si lo hacemos bien». Ven como una oportunidad revalidar su posición en la Moncloa y quieren demostrar que populares y ultras caminan juntos.

«Feijóo se está acercando a Vox», parece ser un eslogan.