Cartas al director
La ministra sin seso
En España la edad mínima, según el Código Penal, para consentir una relación sexual se sitúa a partir de los 16 años. Así, la relación sexual con un menor de 16 es delito porque la ley entiende que el menor no tiene capacidad para consentir y con la excepción de que la relación se produzca entre personas que tienen una edad y madurez similar. Sin embargo, la ministra-cajera incita a que «los menores tengan relaciones sexuales con quien les dé la gana, basadas, eso sí, en el consentimiento», tal exabrupto no debiera escandalizarnos por ser reincidente en sus despropósitos que revelan su incapacidad manifiesta, lo cual evidencia el escaso nivel de exigencia para tan alto cargo político en nuestro país, amén de la necesidad de ciertos ministerios controvertidos que salvo polémica y gasto a las arcas públicas no han aportado nada. Igualmente, en los centros educativos se está introduciendo subrepticiamente ideologías más que saberes objetivos. Tenemos una materia como Biología que da a conocer el funcionamiento del cuerpo humano sin necesidad de la ley del aborto que introduce la educación sexual en todas las etapas. El presidente antes de gravar nuevos impuestos a la ciudadanía e imponer nuevas restricciones debiera eliminar tanto gasto, empezando por reducir estos ministerios inútiles y su excesivo personal sin funciones claras definidas y que tienen un coste inasumible que aumenta ostensiblemente la deuda. Empecemos siendo ejemplares.