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Cartas al director

Tamames contra el tocho

El sujeto político no identificado Ramón Tamames ya había avisado: no estoy aquí para defender a Vox. Luego, cuando Santiago Abascal acaba de dispararse en el pie, Tamames cumple su advertencia y no hace ni un amago de aplaudirle, algo que fue destacado en todos los comentarios políticos. El mayor reproche que le hará a Pedro Sánchez es que este se trajera un tocho de más de 20 folios preparado desde casa, algo de lo que fue responsable él mismo, filtrando el discurso a la prensa, lo que le permitió a sus cientos de asesores preparar a conciencia la sarta de medias verdades y mentiras que lanzó en el hemiciclo, para dar el pistoletazo de salida a la precampaña electoral o como poco para ganar el combate por agotamiento. Y, en efecto, al veterano profesor se le vio bastante agotado, por culpa de Vox , que podría haber elegido a otra persona más joven para semejante martirio. Entretanto el presidente andaba tan confiado y terso que por decir dirá que España no querrá renunciar a lo que él ha logrado estos tres años, que estamos encantados con el Gobierno Frankestein. Hubo momentos en los que Tamames hizo una parada en su discurso, movía las manos como si al fondo se le estuviese apareciendo Alberto Núñez Feijóo para echarle un cable. Es, claro, un espejismo. El que se aparece es Sánchez, el hombre del tocho, al que solo le falta agradecer al tándem Abascal-Tamames el detalle de intentar censurarlo. Espero que Vox haya aprendido de una vez que las mociones de censura se hacen para ganarlas y con 52 diputados no tiene ni para pipas.