Gestación subrogada

Llevamos unos días con dedicación casi exclusiva de los programas televisivos «del cotilleo» a la bióloga y actriz (entre otras ocupaciones) Ana Victoria García Obregón, por su desacierto de contratar una gestación subrogada, llamado también alquiler de útero, para la que tuvo que pagar una ingente cantidad de dinero. ¿Es algo normal y honesto este hecho? Pues claramente debo afirmar que no. Esto es mercantilizar la vida humana, algo muy lejano del respeto y la consideración que hay que prestar a toda existencia, un proceder nada ético ni honesto y una explotación de la mujer gestante, que suele hallarse en situación vulnerable.

Después de mi posicionamiento frente a estos hechos, debo confesar que Ana Obregón no ha asesinado a nadie; los que practican el aborto o lo despenalizan o lo promueven, sí asesinan a niños, al estilo que lo hace Putin asesinando a niños y a mayores. Anualmente en España se asesinan a unos 100.000 niños, es decir 274 diarios. Y a estas alturas, ya a nadie (a excepción de Irene Montero y Pedro Sánchez), se le ocurre decir que matar a un niño es un derecho de la madre, como tampoco es un derecho de Putin hacer lo que hace.

Se ha montado un gran escándalo en las televisiones del chismorreo con todo tipo de opiniones hacia la actitud de Ana Obregón, pero no hay quien le preste la menor atención a ese otro hecho, mucho más grave, de masivas matanzas de niños en gestación. Decía Sánchez Dragó que matar a un niño en el seno de su madre es terrorismo y el peor de los delitos. El mundo de la política es muy obsceno en este aspecto, pero se lo impone el NOM y los políticos obedecen. En nuestro País estamos tan desprotegidos los ciudadanos que hasta el PP sigue las vergonzosas directrices que le marca el PSOE en esta materia tan horrorosa, pretendiendo entre todos ellos y algunos medios de comunicación, la manipulación social de mentalizarnos con que el matar a un niño, si se le llama aborto o interrupción del embarazo, es algo bueno.