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Cartas al director

Lotería educativa

Ha llegado el momento de la verdad, pues durante estas fechas se va a abrir el plazo para realizar la preinscripción de matriculación en los centros educativos. Muchas familias han asistido a las jornadas de puertas abiertas de sus colegios de preferencia y han escuchado de primera mano, de boca de directivos y maestros, en qué consiste el proyecto educativo y el ideario de cada uno de ellos. Y, aunque parezca mentira, algunas pocas familias le dan más importancia a ese ideario que a las instalaciones o al trato que allí se les brinda a las nuevas tecnologías, al violín, al inglés, al alemán o al chino.

Esos padres también han recabado información conversando con esas otras familias que ya tienen escolarizados a sus hijos en esos mismos colegios. Y la sorpresa les llega cuando escuchan eso de «si tenéis suerte y os toca ese profesor…», en referencia a que también están esos otros maestros que ni viven ni predican el ideario primigenio de ese centro educativo. ¿Y qué deben hacer esos padres que buscan el mejor centro educativo para sus hijos? ¿Jugar a la lotería educativa a ver si tienen la suerte de que les toque a sus hijos esos maestros que sí viven de acuerdo con el ideario que se presupone en ese colegio? ¿Y si esa suerte, qué mala suerte, no se presenta en esta ocasión? ¡Qué pena, qué dolor y qué incomprensible resulta ese triste juego del sorteo educativo! Sí, y qué gran responsabilidad para los equipos directivos de esos colegios que no han sabido o no han podido realizar una selección adecuada a la hora de contratar a sus nuevos profesores.