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Cartas al director

El presidente es un cobarde

Pensaba que el coraje era uno de los escasos rasgos positivos de Pedro Sánchez, pero estoy equivocado, no tiene nada positivo, solo tiene la mentira y el engaño que es lo más negativo del ser humano.

Cuando reaccionó a su caída en desgracia en su partido, ¡el socialista! se lanzo a la carretera en busca del apoyo de sus «palmeros», no era más que ambición y engaño. Una codicia llena de vanidad y carente de escrúpulos, capaz de engañar a todo el mundo como un cobarde, sobre todo a los más jóvenes de nuevas generaciones de votantes. Promesas y promesas mentirosas, para no cumplirlas. Solo con el fin de seguir en el poder.

Ese apetito voraz de poder para despreciar el Congreso de los Diputados es de cobardes, para no dar explicaciones a las víctimas de los violadores, pederastas y agresores sexuales beneficiados por su ley del 'solo sí es sí'.

Pedro Sánchez es un cobarde sin moral, además de un soberbio mentiroso, que le impide reconocer el gigantesco error que está cometiendo con sus leyes antisociales que dividen a la sociedad, para arruinarla. Habla a la tele en voz alta, para que le escuchen sus siervos las mentiras, sin moral.

Pero no sabe que toda ley justa es moral, porque el efecto que con ella busca el gobernante es un acto moralmente virtuoso, su cumplimiento es algo necesario para conseguir el bien común. La vida humana tiende a un fin, que es alcanzar ese fin, el bien de todos sin excepción. El gobernante debe establecer leyes que sean seguras para que los hombres y mujeres puedan elegir vivir o morir el fin de su vida que le convenga con libertad.

La ley para este régimen de Sánchez deja de ser camino para evitar que los hombres se desvíen del bien. Las leyes aprobadas por este doble Gobierno tolera los desordenes morales que postulan abiertamente el mal. Por estar dirigidas por un cobarde sin principios, ni moral…