Hay que derrotar a Sánchez, ni municipales ni autonómicas

Como bien ha afirmado Isabel Díaz Ayuso, las elecciones del 28 de Mayo han dejado de ser unos comicios exclusivamente a nivel municipal o autonómico, sino lque constituye la primera vuelta para decidir o Sánchez o España. Realmente, esa es la disyuntiva. Puede parecer una manipulación, pero así lo ha querido el presidente por accidente y campeón de la traición. España no puede permanecer impasible ante las tropelías contra la soberanía nacional perpetrada por este personaje. La sociedad española, mucho menos. Habría que recordar el concepto de «Nación» que se recoge en la Constitución de 1812, «la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios». En este sentido, los españoles, tanto de derechas como de izquierdas, estos últimos que no son pocos, desengañados y estafados por un presidente tramposo y mentiroso, no deben de caer en el engaño. El 28 de Mayo es un plebiscito en toda regla. Como las funestas elecciones del 12 de Abril de 1931, aparentemente también locales que, a la postre, supuso un cambio de régimen. Ahora, tras 92 años después, estamos en una nueva encrucijada histórica. O Sánchez o España. Tal como ha profetizado Díaz Ayuso. La derrota de Sánchez es tan necesaria como inexcusable. No es si derechas o izquierdas. No son municipales. Ni autonómicas. Es un momento histórico crucial. Hay que derrotar a Sánchez, pero también humillarlo electoralmente, aunque arrastre a todo el socialismo en su conjunto. Así de claro.