La gran boda para España

El 23 de julio los españoles nos jugamos los próximos cuatro años de quién nos van a gobernar y a decidir sobre nosotros.

Tenemos dos aceras en la calle, las etiquetas caducadas gracias a la constitución de 1978, izquierdas y derechas, ya son el pasado.

Cierto es que los de una acera de la calle la utiliza y amplifica con extrema... y amplificará el mensaje para la próxima boda.

El pueblo español, que no es tonto, ya lo demostró en las anteriores elecciones municipales y autonómicas, está aburrido de las mentiras del «mitómano» que está en la acera de enfrente.

Los lideres posicionados en la acera contraria a la del «mitómano» no deberían caer en su trampa de criticarse entre los dos. Por el bien de nuestra patria.

En este momento histórico deben ponerse únicamente la camiseta de España y salir a jugar al campo para ganar.

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, no debe de opinar de Vox.

El presidente de Vox, Santiago Abascal Conde, no debe de opinar de PP.

Alberto Núñez Feijóo no debería invitar a la boda de un hijo o una hija a Santiago Abascal Conde y pedirle un regalo, apuntando en la invitación qué regalar pero que le recomienda que no asista al evento.

Santiago Abascal Conde, por el bien del pueblo español, debería no comprarse un traje para la boda, pero no entrar en detalles en la campaña.

No olvidar que España está en juego y es lo primero.

Que Dios nos ayude para la próxima boda.