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Cartas al director

La credibilidad influye

El grave problema que tiene el PSOE y en particular Pedro Sánchez de cara a las próximas elecciones generales es la falta de credibilidad y es tan fuerte la pérdida de crédito del Ejecutivo que está haciendo prácticamente invisibles las luces de su gestión en estos tiempos de crisis que nos ha tocado vivir. Ni los ERTE, ni el crecimiento económico, ni las cifras del paro, ni los contratos indefinidos equilibran las sombras de una forma de gobernar que se ha basado, si no en la mentira, sí en los cambios de «posición política», tal y como ha reconocido el propio Pedro Sánchez en entrevistas recientes. El líder socialista ha estresado hasta límites nunca antes explorados las líneas maestras de un partido con 140 años de existencia. Sánchez ha llevado a su partido más a la izquierda que nunca y ha ido acompañado en la legislatura de independentistas y extremistas, hasta el punto de convertir a una formación como EH Bildu en socio preferente. Todo ello se ha traducido en un día a día convulso, pleno de líos, discusiones y leyes fallidas, que ha eclipsado aquellas partes de la gestión sobre las que prácticamente hay un consenso en cuanto a su acierto. A Sánchez ya no le creen muchos de los suyos y, lo que es peor, ya no le quieren. Y eso es difícil de levantar, traduciéndose en unas encuestas electorales que le están colocando en la puerta de salida de la Moncloa. En general las consultas demoscópicas coinciden, con independencia del sesgo ideológico del medio en el que se publiquen, para mi siempre la más creíble es GAD3 porque suele acertar, con una aproximación importante. Vamos, que es un hecho que Núñez Feijóo será el próximo presidente de España, si no pasa algo extraordinario durante la campaña. Y ahí radica el meollo del asunto, que si nos olvidamos de las cuestiones ideológicas y partidarias hay menos razones para creer en Pedro Sánchez que las que pueda haber para no creer en Alberto Núñez Feijóo.