Cartas al director
Sin munición para vivir
El periódico Der Spiegel ha destapado que Alemania dispondría en la actualidad de unas 20.000 bombas de artillería. Así que su ministro de Defensa se ha apresurado a requerir del comité presupuestario la financiación que permita alcanzar las 230.000 recomendadas por la OTAN, lo que sería posible en el año 2.031. Ello permitiría disponer de remesas para combatir tres meses. Teniendo en consideración que Ucrania gasta unos 7.000 obuses/día, Alemania dispone hoy de munición de artillería para tres días de combate. Extraigan ustedes mismos las conclusiones. ¿Qué tipo de ayuda militar somos capaces de suministrar a Ucrania? ¿Cómo puede convivir Alemania con la amenaza rusa en sus puertas, con artillería para tres días? Disculpen; lo dicho es relativo, aunque Alemania ocupe el cuarto lugar en el apoyo militar a Ucrania, con un 5 % del montante global. Tal vez Ucrania pueda salir adelante, no obstante, con los 43.190 millones entregados por EE. UU. hasta enero de este mismo año, lo que supone el 60 % de la ayuda militar global que se le ofrece a Kiev. España, con 320 millones en material de guerra, sobre un montante global de socorro de 723 millones, aporta el 0,45 % de la ayuda militar; el puesto dieciséis en este ranking de guerra que nos salpica. No quiero ni pensar cuál es la situación de munición de nuestras propias Fuerzas Armadas, cuyo gasto está centrado en los salarios de su personal y en gastos corrientes. Y eso que, como Alemania, también disponemos de nuestra propia amenaza, aunque en otro punto cardinal. Creo que es momento de que nuestros líderes políticos dejen de enredar en sus cansinas guerras de intereses, que no son los de España. No vendría de más discutir, en la acepción inglesa, ordenada y constructiva del término, sobre cómo hemos de obrar en este aspecto. Porque, en caso de guerra, carecemos de munición para vivir.