Cartas al director
Misa por la Vida
La vida es un regalo precioso, lleno de diversidad y oportunidades. Cada ser humano, sin importar sus capacidades o diferencias, merece ser valorado y amado. En el marco de una Misa por la Vida que tuve la oportunidad de celebrar el pasado domingo 18 de junio, llena de significado y esperanza, se comparte el testimonio de Paco Navas, hermano de Jesús Navas (jugador de la Selección Española), quien nos brinda junto a su esposa una mirada conmovedora de la vida de su hija Marta, una niña con síndrome de Down.
La Misa por la Vida es una celebración especial que busca honrar la dignidad y el valor de cada vida humana, desde el momento de la concepción hasta la muerte natural. En este contexto, Paco Navas se presenta como un testimonio vivo de la alegría y la plenitud que puede encontrarse en el nacimiento de un hija con síndrome de Down.
Marta, la hija de Paco Navas, es una niña que ha tocado los corazones de quienes la rodean. A través de sus palabras, Marta (su esposa), nos relata cómo su hija ha enriquecido su vida y la de su familia, enseñándoles importantes lecciones de amor, paciencia y aceptación. Describe cómo cada día es una oportunidad para aprender y crecer juntos, abrazando las fortalezas y desafíos que vienen con el síndrome de Down.
Paco comparte que Marta ha sido una fuente constante de alegría y felicidad. En sus palabras al final de la Misa por la Vida, Marta Bobillo también enfatiza la importancia de la inclusión y el respeto hacia las personas con discapacidades. Insta a la sociedad a derribar barreras y crear oportunidades para que todos puedan desarrollar su máximo potencial.
La Misa por la Vida y el testimonio de Paco y Marta nos recuerdan la belleza y el valor intrínseco de cada vida humana, sin importar las diferencias o capacidades que podamos tener. Marta, la hija de Paco, es una inspiración y un recordatorio de que cada persona tiene un propósito único en este mundo.
Al escuchar el testimonio, somos desafiados a desarrollar la inclusión y el respeto para crear una sociedad más compasiva y justa, donde todas las personas tengan la oportunidad de florecer.
En esta celebración, asistieron un gran número de trabajadores de la sanidad que vistieron sus uniformes y de esta forma, se hicieron visibles entre los demás asistentes.
Hicimos memoria de Jérôme Lejeune, quien descubrió la trisomía 21, la causa del Síndrome de Down y a quien mucha gente le dio la espalda por enfrentarse al aborto, llegando incluso a negarle el Premio Nobel de Medicina en 1970. Está en proceso de beatificación.
La historia de Marta nos enseña que la vida, en todas sus formas, es un regalo de Dios. Cada individuo, con sus dones y talentos únicos, tiene el potencial de hacer una diferencia positiva en el mundo. A través de la Misa por la Vida y testimonios como el de Paco Navas, nos inspiramos a amar, aceptar y celebrar la vida en todas sus manifestaciones.